La evolución de Alonso dentro del WEC
¿Cómo ha evolucionado el español en las tres primeras fechas de la Súper Temporada 2018/19?
La principal novedad que tuvo esta Súper Temporada 2018/19 del WEC es la incorporación de Fernando Alonso a las filas de Toyota, compartiendo la unidad TS050 Hybrid #8 con Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima.
Entre los tres lograron dos pole positions y dos victorias en Spa-Francorchamps y Le Mans, y hubieran sido tres de no haber existido la exclusión que sufrieron tanto ellos como #7 de José María López, Mike Conway y Kamui Kobayashi por ilegalidad técnica en Silverstone.
Lideran el campeonato de pilotos con 65 puntos, dos de diferencia con Gustavo Menezes, Mathias Beche y Thomas Laurent del Rebellion Racing y tercero con 46, el tridente del #7.
Pero… ¿Cómo ha evolucionado el piloto español en estas tres primeras carreras de la Súper Temporada? En este simple artículo se tratará de resumir su progresión con sus fortalezas y debilidades que mostró en este comienzo.
Las 6 Horas de Spa-Francorchamps fue la carrera iniciación para Alonso y tuvo destellos, así como alguna debilidad. La clasificación fue más regular que sobresaliente ya que estableció 1:55.143 mientras que Nakajima, compañero de coche, estuvo en los 1:54.781 y el dúo del #7 Conway-Kobayashi habían hecho 1:54.679 y 1:54.888, pero se quedaron sin pole por infracción técnica y el #8 le tocó partir en punta.
Foto: Toyota GAZOO Racing
La carrera estuvo mejor en el primer stint que en el segundo. En el primero y sin la presión del #7 debido a que tenía que recuperar una vuelta y luego posiciones, supo gestionar muy bien el tráfico con buenas maniobras además de buena gestión. Sin embargo, en el último tramo de carrera y bajo la presión de Conway, el dos veces campeón de F1 le costó mucho sacarse de encima a los doblados mientras que el británico era más rápido tanto en ello como en ritmo, lo que le permitía estar muy cerca. Por ejemplo, Fernando estaba en 1:59.3, 1:59.5 con picos de 2:00.1 y Mike en 1:58.5 y 1:59.6.
Pero Toyota ya había marcado la pauta de que las posiciones se mantendrían tras la última parada. Por lo que Alonso pasó primero en esa ‘fase eliminatoria’, se quedó con la victoria y Conway debió regular.
La situación cambió por completo en las 24 Horas de Le Mans. No solo por ser la cita insignia de la resistencia, sino que también el rodaje previo, algo que no tuvo antes de Spa, y el brillo posterior.
Como la clasificación en La Sarthe es muy disímil a una carrera de 6 Horas, siendo tres sesiones y solo se toma el mejor tiempo hecho en cualquiera de los tres mientras que en las restantes es el promedio de dos pilotos además de ser una única tanda de 15 minutos, el asturiano no fue el encargado de marcar la vuelta de pole, algo que si lo hizo Nakajima. Por esta razón y porque la tarea era distinta, Kazuki hizo 3:15.377 y Alonso 3:18.021.
Las 24 Horas fueron una historia completamente opuesta a lo de Spa. En el día, Alonso dio buenas impresiones cuando fue presionado por López. Supo dejar el tráfico y se mostró más seguro que en el evento belga.
La noche fue el esplendor. Allí debió trabajar para remontar una diferencia de más de dos minutos producido por una penalización a Buemi por exceso de velocidad en Slow Zone. En 43 vueltas y con un ritmo demoledor de entre 3:19 y 3:20 constantes, la distancia con el #7 se redujo a 44 segundos.
Foto: Toyota GAZOO Racing
El mencionado stint de Fernando no solamente sirvió para recortar, sino que también para que el suizo y Nakajima ‘despertaran’ y sacaran lo mejor de sí para tomar la punta a la entrada del domingo. Cierto que #8 tenía una mejor configuración para frío y que la estrategia de la unidad hermana era conservadora y de no pelea, pero lo hecho por él demostró todo lo que tiene y lo que puede dar. El final lo saben todos, segundo triunfo consecutivo y nada menos que en Le Mans.
Silverstone fue el de la consolidación para el actual piloto de McLaren. En la clasificación estableció 1:36.789, dejándolo a 20 milésimas de Conway. Nakajima no estuvo fino, haciendo 1:37.824, 1.0 segundos más lento y por ello, se quedaron sin su tercera pole position consecutiva.
Foto: Toyota GAZOO Racing
El domingo, tanto Alonso como Buemi, debieron ser muy precisos puesto a que Kazuki no se encontraba en su mejor versión. Ambos cumplieron con ritmos de 1:40 y 1:41 bajos, suficiente como para adelantar dos veces al #7. Y en cuanto a tráfico, dio grandes muestras de solidez como, por ejemplo, arriesgando sobre tres GTE Pro algo que no iba hacer en Spa. Capturaron la victoria, pero la descalificación por flexibilidad en el fondo plano fue el trago amargo tras todo el trabajo realizado.
En conclusión, Fernando comenzó de menor a mayor. De estudiar y comprender el funcionamiento del TS050 Hybrid, la gestión del combustible, neumáticos y del tráfico además de mostrar algunas dudas en ese apartado en Spa a brillar en Le Mans y consolidarse en Silverstone. Solo le falta un tema más: lucha mano a mano con alguno de los pilotos del #7, pero terminará siendo un sueño platónico porque Toyota no está muy dispuesta a permitirlo.