A los 47 años Troy Corser quiso volver a correr. El australiano estaba convencido de que los dos títulos del Campeonato del Mundo de Superbike, el nombre y el encanto del persona habría sido suficiente para poder disputar el mundial de MotoE. En cambio, no fue suficiente: se ocupó de contactar con varios equipos, pero todos querían dinero. Troy, podría haberlo permitido, con lo que ganó, compitió durante dos décadas, en la edad de oro de Superbike, siempre rompiendo récords y ganando muchas victorias y enfrentandose a verdaderos genios de SBK de la época. En 2011 el dos veces campeó del Campeonato del Mundo de Superbikes, decidió apartarse de la competción.


Esto fue lo que le dijo al periodico Speedweek: "Hablé con Ajo, Pons y Gresini, todos querían dinero y se tomaron el tiempo hasta casi el final de la temporada. En el fin de semana de Phillip Island GP, hablé con los tres equipos, pero los asientos estaban todos ocupados.
Troy Corser finalizó la entrevista diciendole al jefe de IRTA, Mike Trimby, y al gerente de la serie de MotoE, Nicolas Goubert que él se negaba a pagar por correr, lo que quería era ganar dinero cuando corría y sino nada.