Yamaha cierra un GP de buen trabajo sin recompensa
El pasado fin de semana, daba comienzo la penúltima prueba del Campeonato Mundial de MotoGP en el Circuito Internacional de Sepang, Malasia, última cita de la gira asiática. Los pilotos del Movistar Yamaha dieron lo mejor de ellos desde los primeros libres hasta la carrera del domingo. Tenían los deberes hechos pero no han podido sacar buena nota en un fin de semana en que la meteorología ha sido un factor muy a tener en cuenta para lograr sus objetivos.
El Gran Premio de Malasia fue para el equipo oficial de Yamaha como un caramelo que te quitan cuando estás a punto de saborear. Aterrizaron en el circuito malasio con una gran motivación tras haber conseguido una muy buscada victoria en Phillip Island. Viñales consiguió subir a lo más alto del cajón del trazado australiano y sus lágrimas sobre la moto explicaban por sí solas lo difícil de esta gesta para la fábrica de los diapasones la presente temporada.
En Sepang parecía que iba todo a pedir de boca. En los libres del viernes, Viñales finalizaba sexto y la jornada del sábado mejoró tanto (1:59.231), que llegó a rozar el récord de la pole que obtuvo Dani Pedrosa en 2015 en ese mismo circuito (1:59.053). En los FP4, en cambio, Maverick se vio sorprendido por una caída en pista, afortunadamente sin consecuencias. Según manifestaba a los medios tras los entrenos, no había visto banderas advirtiendo que hubiera empezado a mojarse el asfalto: "Me he caído en la FP4 por lluvia y no me lo esperaba. Estoy muy contento de que no haya pasado nada, ni mi moto ha golpeado a nadie ni me han golpeado a mí. Esperamos poder salir y disputar una buena clasificación en estas condiciones". Su compañero de montura, Valentino Rossi, consiguió meterse en la primera línea de parrilla el día de la carrera, concretamente en la segunda posición debido a la sanción que obligaba a Márquez a retrasar su posición seis posiciones por haber molestado al italiano Andrea Ianonne y ser reincidente.
Valentino con la M1 aprovechó su ventaja hasta tal punto, que lideró la prueba durante 16 de las 20 vueltas que conformaban la prueba, llegando a sacar una ventaja de 1.177 al grupo perseguidor. Sus ilusiones y las del equipo se desvanecieron a la vez que las ruedas de la M1 perdían el equilibrio. Rossi se agarraba a la máquina de Iwata como lo hacía a la idea de volver a ganar hasta que finalmente él y la Yamaha dejaron de moverse e intentó volver a pista. Tras su reincorporación, pudo llegar en la decimoctava posición, pero no pudo tan siquiera arañar ningún punto. Maverick tampoco gozó de la suerte que esperaba y obtuvo una cuarta posición que supo a poco.
En la clasificación general de puntos, podemos ver que, a falta de una última prueba para la conclusión del Campeonato, Valentino Rossi y Maverick Viñales, se encuentran tercero y cuarto con 195 y 193 puntos respectivamente. Yamaha ha logrado solucionar parte de los problemas que estaban suponiendo un lastre para llevar a sus máquinas al nivel de los rivales, pero a pesar del buen trabajo realizado, no tuvieron recompensa.
La configuración de la M1 en agua, sigue provocando la inseguridad de Viñales, que ve como otros pilotos con su misma moto, están en primera fila. Es consciente de que debe mejorar y trabajar mucho en ese sentido e ir progresando. Valentino llegaba a Sepang siendo el piloto que más veces había ganado en la historia de ese circuito, (6). El italiano también es el que más veces ha subido al cajón del circuito malasio (12 de 17).
Habrá que esperar unos días para ver si los dos pilotos de Yamaha pueden dar continuidad al acrecentamiento de posibilidades de obtener una victoria en el Circuito Ricardo Tormo de Valencia. Un circuito ratonero que bien puede dejar un buen sabor al equipo oficial de Yamaha y a los fans de Maverick y Valentino.