Un comienzo un poco decepcionante para el equipo Renault, pero con margen de mejora para avanzar durante la temporada. Albert Park es un circuito un poco especial que no nos da con exactitud los rendimientos de los monoplazas, en menos de quince días tendremos una mejor referencia, pero el equipo del rombo no ha hecho un chasis ni un motor capaz de luchar contra los mejores equipos y motoristas de la categoría reina.

Su rendimiento se asemeja a la temporada pasada, siendo un poco inferior a Haas en rendimiento puro, pero con una dupla de pilotos muy superior en talento en comparación con el equipo estadounidense. Clasificar sin poder entrar en Q3 era un mal presagio de la falta de rendimiento en clasificación, pero el coche en carrera dio mejores sensaciones. El percance que sufrió Daniel Ricciardo en la salida al perder su alerón delantero tras pisar un bache arruinó cualquier opción de puntuar, y sin un Safety-Car que le ayudara, el australiano tuvo que abandonar en la vuelta 31 rodando en las últimas posiciones. Mientras, Nico Hulkenberg tuvo una interesante pugna con los dos Haas, pero perdió un tiempo valioso contra Kevin Magnussen tras salirse de pista por intentar adelantar al piloto danés. Al final, lograron seis puntos gracias a la mala parada de Romain Grosjean, pero este no debe de ser el objetivo que tienen que plantearse.



Deben de mejorar en todo su paquete, y acercarse a los tres intocables. El peor motor estos últimos cuatro años de era híbrida (Honda) ha logrado su primer podio diez años después en su primera carrera junto a Red Bull, por lo que una buena evolución del monoplaza y un poco más de fortuna nos hará ver el verdadero reto que tiene la escudería del rombo.