Valtteri Bottas ha brillado hoy con luz propia. El finés, tras un 2018 para olvidar, ha comenzado la nueva temporada de F1 con mano firme. Después de que en clasificación le disputara la “pole position” a Hamilton, en la salida de la carrera le ha superado en los primeros metros como un auténtico obús. A partir de ahí, ha ido abriendo hueco de una manera espectacular, con un ritmo endiablado y con un cuidado de las gomas muy óptimo.

"No sé qué ha pasado. No sé qué decir, la salida ha sido muy buena, ha sido la mejor carrera de mi vida. Todo ha ido bien, mantuve todo bajo control. El coche ha ido bien, tengo que disfrutarlo”, expresaba el finlandés justo al finalizar la carrera.

Ya cuando ha sido preguntado por Mark Webber en el podio, Valtteri expresaba haber comido “gachas”. “Creo no ha sido sólo el desayuno, ha sido mi experiencia en la Fórmula 1, el trabajo del invierno y el trabajo mental. No hubiera sido posible sin este coche tan increíble y el gran equipo que tengo", continuaba.

Lo cierto es que vuelta tras vuelta no hacía más que aumentar su ventaja con los pilotos que tenía detrás. Nunca antes se le había visto pilotar así. "Al principio se trataba de gestionar la carrera y de aumentar esa carrera. Tras cinco o seis vueltas me di cuenta de la diferencia que tenía con Lewis. Se trataba de rendir a mi mejor nivel y de ser uno con el coche. Cuando estás en esa posición, te dejas llevar", admitía.

Y es que la nueva norma de la FIA de sumar un punto extra al piloto que haga la vuelta rápida si éste acaba entre los 10 primeros clasificados le hace a Valtteri sumar 26 puntos siendo el actual líder del campeonato. Ídem para Mercedes en constructores gracias al doblete de hoy.

"Es una norma nueva para este año, sabía que tenía ritmo, quería superarme. Corres un riesgo, pero estoy muy contento. Tengo muchas ganas de hacer la siguiente carrera", finalizó.

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