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¿NADIE HA ECHADO EN FALTA AL “EQUIPO DE SILVERSTONE”? Por Raimon Duran

Ha habido varios motivos por los que el artículo sobre Racing Point se quedó en el tintero durante los Test de hace dos semanas, y si me descuido lo escribo a media temporada.

( palabras)
¿NADIE HA ECHADO EN FALTA AL “EQUIPO DE SILVERSTONE”? Por Raimon Duran
Fuente imagen: Motorlat.com

TEST DE PRE-TEMPORADA DE FÓRMULA 1 2019

Circuit de Barcelona-Catalunya

Post Test  12.03.2019

 

¿NADIE HA ECHADO EN FALTA AL “EQUIPO DE SILVERSTONE”?

 

Los que hayáis seguido la serie de artículos que en estas últimas semanas he escrito sobre los equipos 2019 habréis echado en falta que no haya hablado del equipo que antes era Force India y que ahora se llama oficialmente SportPesa Racing Point F1 Team.

 

Dejando aparte que no me ha llegado que nadie se haya quejado que faltaba un equipo por “inspeccionar”  (señal de que con tanta literatura por todas partes los aficionados no pueden con todo), ha habido varios motivos por los que el artículo sobre Racing Point se quedó en el tintero durante los Test de hace dos semanas, y si me descuido lo escribo a media temporada.

 

La razón principal del “olvido” (que reitero no fue tal) ha sido que hasta la semana pasada (o sea la siguiente después de la segunda semana de Test en el Circuit Barcelona-Catalunya) no tuve una idea clara sobre el estado actual del equipo.

 

Cómo ya expliqué en el primer artículo de esta serie, no pretendo analizar en profundidad a los equipos y aún menos sacar conclusiones de sus prestaciones durante los ocho días de Test en el trazado de Montmeló. Esto último ya lo han hecho en el apartado técnico algunos ingenieros con enormes conocimientos (como Gary Anderson de Autosport o Enrique Scalabroni)  y muchos “analistas de tiempos”.

 

Los primeros, cómo ingenieros que son, han basado sus conclusiones en las soluciones técnicas observadas y han cuantificado el potencial de los coches en base a esto, y en algunos casos lo han combinado con el estilo de conducción de sus pilotos.

 

Los segundos, los “analistas de tiempos” han intentado sacar conclusiones durante los Test según los neumáticos usados y la duración de los “runs” (número de vueltas dadas en cada salida a pista, para estimar la carga de combustible) que si bien es interesante, pienso que no da muchas pistas nuevas sobre que esperar de uno u otro equipo durante el año.

 

Por mi parte, lo que he intentado (como complemento a los anteriores) ha sido ordenar mis sensaciones sobre los equipos y transmitirlas en esta serie de artículos. Para ello he juntado estas sensaciones con lo que conozco de primera mano de ellos y de su gente y he aplicado mi sentido común basado en observar a todo tipo de equipos (de F-1 y otras categorías) durante muchos años.

 

Desde hace mucho tiempo sostengo que en eso de los equipos de carreras (en cualquier categoría o país), los resultados en pista son fruto de su gestión y que en este apartado ya está todo inventado. Aunque a menudo lo olvidamos, la historia se repite una y otra vez.

 

Entonces para ver el potencial de un equipo, es más significativo hurgar en sus entrañas e historia (para ver los cambios que pueden modificar el rumbo) que fijarse en los tiempos en unos Test de pre-temporada en la que unos y otros “esconden” su verdadero potencial para no dar pistas a los rivales sobre sus soluciones técnicas y sus logros.

 

En el caso de la F-1, los equipos son como enormes portaviones o petroleros navegando por el océano. Cambiar el rumbo para ir a otro destino no es cosa de un momento. Requiere planificación, preparación y mucho tiempo. No basta con contratar un nuevo Director Técnico o un Team Principal. Hay que tener una idea clara de “a dónde se quiere llegar” de forma realista y en un plazo de tiempo razonable. Hay que ver con qué medios humanos se cuenta, cómo se trabaja, como afectarán los posibles cambios, como se trabaja con los proveedores, las finanzas y muchas cosas más. Reconducir un equipo puede necesitar tres o cuatro años y no hay garantías de que se consiga.

 

Así pues a veces basta con unas pocas preguntas y algunas breves conversaciones con gente que conozco hace muchos años para tener una idea  bastante clara sobre lo que podemos esperar de cada equipo en esta temporada que empieza dentro de pocos días.

 

Volviendo a Racing Point, ya desde el primer momento decidí que sería uno de los últimos artículos de la serie. El motivo principal para dejarles para el final (hay otro del que hablo más adelante) fue porque es el único equipo que ha cambiado de propietario en los últimos meses y por lógica, tras el descanso invernal, se verían algunos cambios que no pudieron hacer a mitad de temporada por falta de tiempo. Y percibir estos cambios en el rumbo del petrolero, iba a llevar cierto tiempo

 

Muchas eran las preguntas a hacerse. ¿Qué caras echaríamos en falta? ¿Qué nuevas caras veríamos? ¿Habría grandes novedades? ¿Hablarían de objetivos y planes para alcanzarlos? ¿Se dejaría ver mucho “la mano” del nuevo propietario-mecenas, Lawrence Stroll?

 

¿Alguna sorpresa? ¡Sí, una: que no hay sorpresas por ahora! ¡Todo sigue igual en el que yo acabo siempre llamando “el equipo de Silverstone que ahora se llama …….. “!  (espacio a rellenar, según la época)

 

Aparte de la marcha de Vijay Mallya y de su “comisario”, el eficiente Bob Fearnley, y por supuesto de la incorporación de Lance Stroll sustituyendo a Esteban Ocon, poco más se nota la nueva propiedad. Mismo patrocinador principal, mismos colores (con alguna variación), mismo equipo técnico, mismo Team Principal (Otmar Szafnauer), mismo nombre con el que terminaron la temporada pasada … incluso mismo coche.

 

Sí, sí, mismo coche con las obligadas modificaciones para cumplir con el reglamento 2019 y hasta puede que no sean las definitivas. Mal empezamos.

 

Esta sospechosa “continuidad” fue otro de los motivos por los que decidí dejar al “equipo de Silverstone, que ahora se llama Racing Point” para el final. Además, a partir de ese punto aparecieron nuevos motivos para ello. En mis paseos por el Paddock noté que alrededor de Racing Point había poco movimiento comparado con otros años y ocasiones. Hasta era difícil ver a alguien conocido y no digamos ya entablar una breve conversación.

 

Aquí permitidme que haga un paréntesis de los míos para explicar algunas de mis “batallitas” pues estas también tuvieron que ver en dejar a Racing Point para el final.

 

Si hay un equipo de F-1 con el que he tenido todo tipo de tratos y relación a lo largo de los años de forma periódica, éste es precisamente “el equipo de Silverstone, que ahora se llama Racing Point”. Por coincidencias y casualidades, mi vida profesional se ha cruzado (cuando no mezclado) periódicamente a lo largo de 30 años, con el “equipo de Silverstone”.

 

Mirando hacia atrás, la coincidencia con “el equipo de Silverstone” se remonta incluso a antes de su creación y durante su fase de gestación a finales de los 80 y principios de los 90 por parte del entusiasta Eddie Jordan. Nuestros respectivos equipos fueron rivales en F-3000; luego, colaborando yo con tres equipos (dos de Grupo C y uno de F-3), todos con base en los legendarios barracones de Silverstone y viviendo en Gran Bretaña, viví de cerca el lanzamiento de Jordan Grand Prix, en el que habían varios colegas como el mencionado Gary Anderson y John Watson, que fue quien hizo los primeros kilómetros en el precioso 191 que Jordan pintó con los colores de 7UP.

 

En los siguientes años, cuando la climatología inglesa era desfavorable y el equipo entrenaba en Barcelona (entonces los entrenamientos eran libres y frecuentes), iba a visitarles y acababa ayudándoles en el cronometraje (entonces cada equipo cronometraba a todos los coches presentes con un “sofisticado ordenador manual” conectado a una célula fotoeléctrica).

 

Unos pocos años más tarde empecé a ir a muchos GP con Canal Satélite Digital (FOM TV) y a menudo acababa en el motorhome de Jordan pues dos de los ejecutivos del patrocinador principal del equipo Benson & Hedges, eran viejos conocidos. En esa época se labró la entrada de Pedro de la Rosa (entonces triunfando en Japón) en F-1 como probador del equipo junto a Ralf Schumacher y Damon Hill (1998); visitas y reuniones en la fábrica, al túnel de viento, cenas, la presentación del equipo con Le Cirque du Soleil en el Royal Albert House de Londres, cordialidad con muchos ingenieros y mecánicos con los que luego me he reencontrado en otros equipos y otras partes del mundo. Hasta coincidimos en Macau el día en que Jordan hizo rodar el F-1 en el trazado de la F-3, con Ralph Firman al volante, otro conocido.

 

Luego “el equipo de Silverstone” pasó a llamarse Midland F1 Racing y otros viejos amigos (Trevor Carlin y su “tropa”, los del famoso equipo de fórmulas de todo tipo, hoy en Indycar, F-2 y F-3) entraron en él. Y en los primeros años de la GP2 presenciaba todos los entrenos y carreras desde su box (un gran privilegio), ahí en medio de los coches, procurando no molestar a los mecánicos. Algo que se repitió cuando “el equipo de Silverstone” pasó a llamarse Spyker y pasó a manos de Colin Kolles, cuyo Director Comercial era otro viejo conocido.

 

Y por fin, unos pocos años más tarde, ya como Force India, y yo de nuevo haciendo de “okupa” del box en todas las carreras de GP2 y F-BMW, viendo las salidas acompañado nada más y nada menos de Nico Hulkenberg que no se perdía ni una salida para ver la secuencia de los semáforos. Ah, y de Jules Bianchi, que aparecía a media carrera, preguntaba cómo iba la clasificación y se iba a la caseta del Pit Wall de “su” equipo de siempre ART para presenciar el final de carrera junto a Freddy Vasseur y Nicolas Todt. Por cierto, en esa época ya existía el KERS y a veces los mecánicos me apartaban de alguno de los coches si estaba activado.

 

Si no recuerdo mal, en esta época (2012) hice el último trato profesional con “el equipo de Silverstone” al contratar y gestionar un test en Magny-Cours para el piloto venezolano Rodolfo González.

 

Desde entonces, ya no he tenido tanta relación pero sí que he ido siguiendo el pulso del equipo a través de los varios conocidos que aún quedan en el equipo. Ah, y en algún Gran Premio he acabado degustando el tradicional curry (exquisito, por cierto) que todos los viernes se ofrecía en el motorhome de Force India, a la hora de la cena.

 

Esta larga y constante relación es la que me ha permitido ver la evolución y los avatares del equipo a lo largo de los años. Hace un año, en los Test de Barcelona y sobre todo durante los primeros GP de 2018 , la situación ya era dramática y algunos empezaban a dudar de la continuidad del equipo. Vijay Mallya les pagaba regularmente pero todos sabían que el emprendedor indio hacia raros equilibrios financieros para que así fuera.

 

Aquí cierro el paréntesis y vuelvo a la sorpresa-no sorpresa de ver que todo seguía igual. Bueno, todo no: el otrora extrovertido “equipo de Silverstone” estaba como escondido. Luego me enteré que el nuevo propietario había decidido una especie de cerrojazo informativo e incluso había terminado el contrato con la popular y experta (y simpática) Ann Bradshaw, que durante las pasadas temporadas había ejercido de enlace con la prensa para Lance Stroll.

 

Así estuve las dos semanas de los Test, intentando percibir que estaba ocurriendo. Incluso periodistas británicos y fotógrafos de esos que se meten en todos los rincones de los box sabían a ciencia cierta si habían cambios o no. La apariencia era que todo seguía igual. Los Stroll no hablaban con nadie. Por su parte Checo Pérez hizo una rueda de prensa pero lógicamente no dijo nada sobre posibles cambios, centrándose en decir lo que su público deseaba escuchar sobre sus opciones y posibilidades esta temporada.

 

Está claro que el equipo va con retraso en la preparación del coche 2019. Esto sí lo han dicho. En los Test rodaron poco no por problemas o averías, sino por falta de piezas. Estaban a tope fabricando las piezas para completar el coche 2019 para tenerlo listo para Australia y los recambios que necesitarán para el primer “tour” de 4 carreras, durante el cual no se vuelve a la base. El coche básico 2019 estará en Australia (cuando debería haber estado listo para los Test) y el “mejorado” igual no aparece hasta el GP de España en Mayo, cuando casi todos los otros equipos ya lo tendrán en Melbourne este próximo fin de semana.

 

Pero esto no fue una sorpresa. No es la primera vez que los equipos que sufren o han sufrido financieramente acumulan retrasos es todo. La inyección económica del nuevo propietario el pasado verano paró el desastre y calmó a los proveedores pero no compró tiempo. Aun así, muchos esperábamos más del cambio de propietario. Quizás no un nuevo patrocinador (si BTW deseaba seguir hasta el final de su contrato, no había motivos para desdeñarlo), pero sí, quizás, un nombre más atractivo, una imagen más trabajada, una declaración de planes de futuro.

 

Pero no. Nada de nada. Como si faltara una pieza en puzzle.

 

En este punto es probable que penséis “Raimon lleva cuatro páginas contándonos sus batallitas para acabar diciéndonos que en Racing Point no hay novedades y que no ve por donde van las cosas”. Os doy la razón y hasta pido excusas. Pero tras dos semanas viendo a diario el equipo en el Circuit Barcelona-Catalunya, esa era la realidad.

 

La “luz” la vi unos pocos días más tarde, durante los tres días de Test de Fórmula 2 FIA que se hicieron cuando la F-1 se hubo marchado. Menos de una semana después, allí en el mismo paddock, ahora casi vacío, con sólo una docena de camiones, un puñado (pequeño) de periodistas y fotógrafos y nada de público ni invitados ni del ajetreo de las dos semanas anteriores, allí descubrí el “enigma” Racing Point.

 

De repente vi a alguien que había conocido en “el equipo de Silverstone”. Había dejado el estrés de la F-1 para ir a la vida más calmada de la F-2 (“tengo dos hijos pequeños ahora”, me dijo). Le entré a bocajarro. Fue una conversación breve, pero suficiente como para entender la situación.

 

En resumidas cuentas, la sensación es que el nuevo propietario tiene sus prioridades y no va a revolucionar nada. Se tomará su tiempo. Da la sensación de que lo primero es ver a su hijo en un coche de “media parrilla”. En teoría, esto ya lo tendrá cuando lleguen las evoluciones, que si siguen el patrón de los últimos años (y sin limitaciones presupuestarias) deberán ser efectivas.

 

Luego debería venir el mejorar el equipo. Ahí es donde hay dudas.

 

Lo de mejorar un equipo es complejo. En el caso del “equipo de Silverstone”, éste adolece de poca rotación de personal. Hay mucha gente que lleva años allí. Por un lado esto es bueno pues da estabilidad. Pero por otro lado hace que el equipo no evolucione tanto como si de forma más habitual entrara gente nueva.

 

Esto también se aplica a nivel personal. Cambiar de equipo cada X años hace descubrir nuevas formas de trabajar, otros métodos. De hecho, de siempre, la rotación de personal es lo que equilibra los equipos pues fomenta la transferencia de experiencia y tecnología. Sí alguien se queda en su puesto durante 10 o 20 años, acaba haciendo las cosas por rutina, tanto a nivel personal como colectivo. Si el Team Manager o el Director Deportivo es el mismo durante años y el equipo tiene problemas financieros periódicamente (caso de “el equipo de ….”), acabará empleando su energía en “apagar incendios”, no en superarse o en evolucionar. A lo sumo intenta copiar lo que ve (desde fuera) que hacen otros equipos. Hay quien dice que para dar lo mejor de sí, un empleado de F-1 debe de haber pasado al menos por 3 equipos a lo largo de su carrera profesional. Y si os fijáis en el Curriculum de los técnicos más exitosos, la norma se cumple.

 

La cuestión es ¿lo sabe esto Lawrence Stroll? ¿Se lo habrá dicho alguien? ¿Le interesa realmente? De momento, el millonario canadiense sólo ha justificado su inversión comparándola a la compra de un equipo de fútbol americano. Posiblemente desde el punto de vista como inversor tenga razón.

 

Pero la F-1 es mucho más compleja que una cuenta de resultados de una inversión. Para alguien como él, posiblemente lo de la inversión es la parte fácil. Veremos que ocurre con lo otro. Los más optimistas piensan que poco irá incorporando gente de otros equipos y que esperará al nuevo Reglamento de 2021 para dejar clara su huella. Será una transición de unos dos años. No hay prisa. Pero sería bueno que empezáramos a ver síntomas del cambio lo antes posible.

 

Si en dos años vemos un nuevo nombre, una nueva imagen general, algunos nuevos patrocinadores y todo un nuevo aire alrededor del “equipo de Silverstone”, entonces es que sus planes van más allá de darle un buen coche a su hijo. Si por el contrario, su interés se centra en Lance Stroll y éste “sigue sin impresionar a nadie”, entonces me temo que “el equipo de Silverstone” tendrá su enésimo nombre antes de 5 años. Esperemos que al menos durante este periodo haga buen uso del capital inyectado y se consolide como estructura de equipo de F-1.

 

¿Y los pilotos? Poco hay que decir sobre Checo Pérez. Será el líder indiscutible del equipo y el responsable de la mayoría de puntos que el equipo consiga. Y recordemos que puntos es sinónimo de dinero, o sea que el equipo le apoyará sí o sí. Si el coche va bien y el equipo no comete fallos (y pienso que así será), su madurez y calidad deberán colocarlo regularmente en los puntos y siempre muy cerca del podio.

 

Sobre Lance Stroll, la cosa ya no la tengo tan clara. Lo siento, pero no le veo. Vale que el Williams 2018 era “una pava”, pero sus actuaciones tampoco fueron para festejar nada. Hasta pienso que Sergey Sirotkin lo hizo mejor si tenemos en cuenta que tenía un año menos de experiencia en el coche.

 

Y fuera de la pista, conozco a demasiada gente que le ha tratado y/o trabajado para él que no habla virtudes sobre él precisamente. Alguno hasta augura que si no obtiene resultados pronto, se cansará del tema. Su padre un día dejó entrever que si no triunfaba como piloto, siempre podría dirigir el equipo. Ni eso veo. Lo siento. Sin querer pecar de tener perjuicios, me atrevo a decir que no pienso que un joven que a los 18 años tiene un jet privado con capacidad transatlántica propio y dispone de un yate de 100 metros con un bar debajo del fondo transparente de la piscina, pueda tener la motivación suficiente como para triunfar en F-1. Antes creo más en Esteban Ocon, Antonio Giovanazzi o Pierre Gasly.

 

En todo caso, ¡larga vida al “equipo de Silverstone que ahora se llama Racing Point”!

 

Desde el Circuit Barcelona-Catalunya,

RAIMON DURAN

¿Tiene sobrepeso Roscoe? - Test de pretemporada, dia 9, por Raimon Duran

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