Ahora sí, Ferrari tiene que ganar. - Test de Pretemporada, día 7, por Raimon Duran
Pasaron 21 años entre el título de Jody Sheckter y el primero de Michael Schumacher.
TEST DE PRE-TEMPORADA DE FÓRMULA 1 2019
Circuit de Barcelona-Catalunya
Día 6 – 27.02.2019
Ahora sí, Ferrari tiene que ganar.
Desde hace años mantengo que la Scuderia Ferrari y el FC Barcelona tienen varias cosas en común. No os riáis, lo digo en serio.
Hace ya muchos años, cuando el FC Barcelona se pasaba largas temporadas sin ganar título alguno, los fieles seguidores del club jamás perdían el optimismo y ante una nueva liga acostumbraban a decir “¡Este año sí!”
Entonces el popular Barça ni tenía a un tal Leo Messi ni era el club que como ahora cada año se hace con varios títulos. Podían pasar años y años sin ganar nada. ¿Os suena esto, ferraristas?
Como digo, al empezar la competición, los seguidores soltaban eso de “¡Este año sí!” Luego, a medida que avanzaba el año a veces pronto reaparecía la resignación u otras veces se mantenía el optimismo hasta los últimos compases. Pero al final, indefectiblemente no se ganaba.
En el caso de Ferrari, a épocas ha ocurrido lo mismo. Pasaron 21 años entre el título de Jody Sheckter y el primero de Michael Schumacher. Evidentemente hablo del Campeonato de Pilotos pues entre ambos campeonatos Ferrari ganó dos o tres títulos de constructores. En realidad pues, la sequía-sequía duró no más de 15 o 16 años, pero ya se sabe que por mucho que Ferrari anteponga el título de marcas al de pilotos, al cabo del día, lo que realmente cuenta es que un piloto de Ferrari gane el Campeonato del Mundo. Y especialmente para los tifosi.
El pasado año el título estuvo al alcance de Ferrari. La reorganización interna iniciada unos años antes por Sergio Marchionne para dar la vuelta a todo el Grupo FIAT y para cambiar el destino de la Scuderia empezaba a estar definida. Los Test de pre-temporada mostraron un salto cualitativo en las prestaciones de Ferrari. Y dos victorias iniciales de Vettel (“quien pega primero, pega dos veces”) parecían confirmar que “¡Este año sí!”.
Pero como todos sabéis, la cosa se torció pronto y ni Vettel ni Ferrari supieron capitalizar esa ventaja táctica inicial y a media temporada la cosa seguía tan igualada como antes de iniciarse el campeonato.
Luego vinieron errores del piloto, estrategias equivocadas, … y todo se complicó, momento en que Lewis Hamilton y Mercedes sacaron su ya famoso “hammer time” (en este caso aplicado al campeonato) y sentenciaron el título mucho antes de lo deseado por muchos.
Durante este tiempo pasó algo muy importante: la muerte inesperada del presidente Sergio Marchionne. No me atrevo a decir que este hecho afectara la segunda parte de la temporada. Al contrario, pienso que Vettel y Ferrari empezaron a perder el campeonato ya antes del descanso veraniego. Pero sin duda fue un hecho importante.
No quiero ni pensar que habría pasado si Marchionne hubiera sido el encargado de lidiar con la situación. Pero tengo claro que el relevo forzado al frente de Ferrari fue la gran oportunidad para que el nuevo presidente Louis Camilleri encauzara definitivamente el futuro de la Scuderia. Justo aquello de que “no hay mal que para bien no venga”.
Camilleri era partícipe de las decisiones estratégicas de Marchionne: renovación interna, más agresividad técnica, mejor organización, el programa Alfa Romeo/Sauber, apostar por pilotos jóvenes etc… y siguió con la agenda de su antecesor. Nunca sabremos si con Marchionne Maurizio Arrivabene hubiera seguido al frente del equipo, pero es muy probable que con el canadiense tampoco le hubiéramos visto en 2019. En todo caso, el nuevo presidente quiso marcar una nueva línea sustituyendo al Team Principal de marcado estilo “marketiniano” (Arrivabene era un hombre de Philip Morris) por uno mucho más “técnico” y de reconocido prestigio dentro y fuera del equipo. (Mattia Binotto es ingeniero “de la casa”)
Este cambio ha traído otro también muy importante que ha sido la reestructuración de todo el equipo de Comunicación, empezando por la incorporación de la popular y experimentada Silvia Frangipane. Esto tiene mucha importancia porque pienso que supone un cambio radical de actitud dentro del equipo.
Voy a intentar explicarlo. El antiguo equipo estaba guiado por Arrivabene que por sus muchos años “dentro” de Ferrari (como representante de Marlboro), su personalidad y las decepciones de los últimos años, había desarrollado un estilo de comunicación “a la defensiva”. Vale que los medios de comunicación italianos a veces son muy duros con la Scuderia, pero muchos en el Paddock pensaban que habían mejores formas de “comunicar” lo que ocurría dentro del equipo. De nada servía tener a un amable, popular y bien intencionado periodista como Jefe de Prensa si luego las directrices giraban alrededor de dar pocas entrevistas, censurar declaraciones, secretismo, etc … incluso malas formas a veces. Años y años de estar a la defensiva, habían convertido a Ferrari en un equipo con el que era complicado trabajara en este campo. En otras palabras, Ferrari era un equipo que se comportaba como un perdedor y algo anticuado.
El nuevo equipo de Comunicación (si bien puede que aun sea pronto para juzgarlo) parece ser todo lo contario. Y a mí me da que el giro dado ya por Camilleri va precisamente en la dirección de superar esa “actitud de equipo perdedor” y que esto se vea en todos los aspectos. Fuera, pero también dentro.
Otro cambio para mí muy importante, es la apuesta clara por pilotos jóvenes. Esto también proviene de la “agenda Marchionne” pero habría que ver si de seguir vivo la “operación Leclerc” hubiera sido tan rápida. Es probable que la substitución de Räikkönen por Leclerc ya estuviera decidida hace ahora un año y sólo quedara por ver cómo el monegasco se desenvolvía al volante del Sauber Alfa Romeo. Pero una vez visto su rendimiento, el tema se cerró muy pronto y por primera vez en muchos años Ferrari tendrá un piloto muy joven y relativamente con poca experiencia en uno de los coches. Atrás queda la leyenda sobre que Ferrari sólo contrata a pilotos expertos y a ser posible campeones del mundo. Marchionne dio carpetazo a la tradición y no sólo con Charles Leclerc sino también con Antonio Giovanazzi, que desde el primer momento fue su apuesta personal. Y ahora Camilleri, con la incorporación de Mick Schumacher, remata la jugada.
Reconozco que a mí todo esto me hace subir la adrenalina, hasta el punto que por una vez y sin que sirva de precedente, hasta voy a “mojarme”: Si Sebastian Vettel no gana el campeonato 2019, en 2020 podríamos ver en Ferrari una dupla de pilotos muy jóvenes.
En este punto es casi obligado hablar de los Test de estos días. Tras la buena impresión de Ferrari y también de Alfa Romeo los primeros días, puede que a alguien le haya parecido que en Ferrari aparecían algunos problemas: los problemas de Leclerc el otro día, el accidente de Vettel de hoy, … Problemas, es cierto. Pero para esto hacen Test y la fiabilidad combinada con muy buenos registros con todos los neumáticos y todo tipo de tandas, presentan un balance muy alentador y optimista.
Parece que el motor 2019 supone un avance importante frente al 2018. Quizás no en potencia pura sino en su conjunto. Quienes lo han podido ver de muy cerca dicen que merced a una serie de mejoras será menos propenso a contratiempos y su configuración ofrece varias ventajas a los diseñadores del coche. Las prestaciones de Alfa Romeo y también de Rich Energy Haas (que tras unos días con sus más y sus menos, también parece haber encontrado fiabilidad y un conjunto muy sólido y rápido con ambos pilotos) corroboran esta mejora general.
En definitiva, todo indica que la Scuderia llegará a Melbourne con los deberes hechos, bien preparada. A partir de entonces, entrarán en juego los otros equipos, los pilotos, las carreras y mil cosas más.
¿Ganará por fin Ferrari y se pondrá fin a esa sequía de títulos que ya dura 11 años? (*) Chi lo sa?
Pero yo, que no soy tifosi ni ferrarista, también empiezo a pensar ¡Este año sí!
Y es que ahora sí, Ferrari debería ganar. Es más, Ferrari TIENE que ganar. Sí o sí.
(*) No son los 21 años que transcurrieron entre los títulos de Scheckter y Schumacher, pero ya empiezan a ser demasiados años
Desde el Circuit Barcelona-Catalunya,
RAIMON DURAN
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