Ferrari, Mercedes, Renault y Honda. Estos son los cuatro suministradores que llevan existiendo en la Fórmula 1 aproximadamente desde hace un lustro. Los equipos Ferrari, Haas y Alfa Romeo Sauber cuentan con motor Ferrari. Por otro lado, Mercedes, Force India y Williams disponen de un propulsor Mercedes, mientras que Renault y McLaren lo hacen con Renault. Por último, y con la nueva alianza de Red Bull con Honda, tanto la escudería de la bebida energética, como su equipo B, Toro Rosso, contarán en 2019 con una unidad de potencia creada por Honda. Tres equipos motorizados por Ferrari, otros tres por Mercedes, dos por Renault y dos por Honda. ¿Hacen falta más suminstradores? Según Toto Wolff, no.

En una entrevista para la ESPN, el director jefe de Mercedes declaró que la Fórmula 1 “debería estar contenta con tener cuatro motoristas de renombre comprometidos con este deporte”. Según Wolff, “mantener el interés de las cuatro marcas ya presentes debería ser el objetivo número uno”.  Todo esto viene a ráiz de que la normativa cambiará drásticamente en 2021, dando lugar a una nueva revolución en muchos aspectos que pueda hacer variar las prestaciones de los equipos. A su vez, es el mejor momento para que los nuevos suministradores de motores, si los hay, entren, ya que no se verán envueltos en una dinámica en la que otros equipos ya lleven trabajando años, sino que todos comenzarán más o menos de cero. Además, la Fórmula 1 quiere propiciar estas nuevas entradas, y por ello, los nuevos suministradores de unidades de potencia podrían adquirir datos y facilidades de Ferrari, Mercedes, Renault y Honda.

“Una vez que todos los ya presentes estén contentos deberíamos mirar a aquellas marcas que puedan entrar en la competición y escucharlas, pero esta es únicamente la segunda prioridad. ¿Queremos más de cuatro suministradores? ¿Cuántos queremos? ¿Cinco? ¿Seis? ¿De dónde viene esta necesidad de añadir nuevas marcas al deporte? ¿De la codicia?” explicó Wolff. ¿Será que el jefe de Mercedes no quiere nuevas marcas en la Fórmula 1 que pongan en riesgo el dominio absoluto de su equipo desde el comienzo de la era híbrida?

Por último, Wolff defendió que la ya anunciada modificación en el reglamento de los motores no era necesaria: “Nos habría gustado que la reglamentación permaneciera como está, sin tocar los motores. Ahora mismo las prestaciones de cada propulsor no están muy lejos unos de otros, pero cada vez que entramos en una nueva era las distancias entre los mejores y los peores se incrementan mucho. Entonces, ¿por qué los cambiamos?”, finalizó Wolff. De nuevo el razonamiento del director del equipo alemám es lógico, pero lo que no dice es que detrás de esa negativa a cambiar la normativa vigente también se esconden sus propios intereses. Los intereses del equipo Mercedes.