Recientemente en uno de mis últimos artículos, hablé sobre la situación en la que se encontraba la mítica escudería de grove y los cambios que debían producirse de cara al futuro para volver a las posiciones punteras del campeonato. Rob Smedley, el jefe ingeniero, que abandonará el equipo al finalizar el GP de Abu Dhabi, tras cuatro años de duro trabajo, compartió sus opiniones, dando una serie de ideas y directrices necesarias para que el equipo pueda salir del fango en el que se encuentra sumido, para ello era clave que todos fueran en una misma dirección, porque los recursos tanto técnicos como humanos son de buen nivel.

Pues bien, la escudería inglesa, ha anunciado esta mañana la vuelta a la F1, de uno de los pilotos mas iconicos, queridos y recordados, el piloto polaco Robert Kubica. Hay que remontarse 8 años atrás para recordar su último año en un monoplaza, cuando pilotó el R30 de Renault, en la temporada 2010. Donde hizo un año bastante destacable, logrando tres podios en Australia, Mónaco y Bélgica, además de acabar en 8º posición el campeonato de pilotos y a tan solo 8 puntos del Ferrari de Felipe Massa.

Todo se torció en el año 2011, Robert Kubica, que había sido anunciado como piloto titular de Lotus y a su vez seguiría compaginando pruebas de Rally, como venía haciendo desde 2009. El 6 de febrero de ese año, cuando quedaba muy poco para comienzo del curso en la F1, el polaco sufrió un grave accidente en la disputa del Rally Ronde Di Andora, en Italia, donde tuvo que ser trasladado a un hospital y existía un riesgo de amputación de la mano derecha, aunque finalmente no fue necesario llevar a cabo dicho procedimiento.

Esto trastocó todos los planes de Robert, que se vio obligado a no tomar parte en toda la temporada de F1 en 2011. Desde entonces muchas son las puertas que se le cerraron en la máxima categoría del automovilismo y es que después de un accidente de esa magnitud, con consecuencias que afectan al piloto físicamente, los equipos se mostraron muy reacios a darle una oportunidad. Recientemente el piloto polaco, desveló en una entrevista, que iba a ser compañero de Alonso en Ferrari, para la temporada 2012 de F1. Pero todos sabemos cómo cambió la historia después de todo lo acontecido, lo que pudo ser y no fue, una pena para Kubica, que por fin se le plantaba una gran oportunidad acorde al gran talento que poseía. Desde entonces ha estado disputando diversas pruebas de Rally, hasta que le llegó la oportunidad de volverse a subir a un monoplaza, como piloto de pruebas, de la mano de el equipo Renault en 2017.

Dio un total de 142 vueltas con el R.S. 17 en el circuito de Hungaroring, donde curiosamente también hizo su debut y el polaco se declaró físicamente apto para volver a pilotar un F1. En 2018 muchos fueron los rumores que apuntaban a una posible vuelta de la mano del equipo Williams, pero finalmente el elegido fue el ruso Sergey Sirotkin, seguramente debido a la incertidumbre y a los pocos datos que existían sobre el estado de Robert. Ademas Sergey contaba con un atributo muy importante, la gran aportación económica que trajo consigo y decantó la balanza a su favor, siendo el elegido para ser segundo piloto de Williams.

El piloto de 32 años se tuvo que conformar con ser el piloto de pruebas del equipo, lo que por un lado le ha permitido conocer mejor al equipo, y ahora gracias a los patrocinadores de Polonia que le han apoyado se produce un regreso histórico. Kubica es un luchador nato, un ejemplo de superación, de valentía, de creer en sí mismo, de constancia, de luchar contra las adversidades que se le han presentado y ha logrado vencerlas. Demostrando que no hay imposibles no a nivel deportivo, sino en la vida, todo está en la cabeza, lo psicológico es lo que más peso tiene y la actitud que muestras ante las situaciones que se presentan. El polaco ha demostrado tener una voluntad férrea, cuando muchos no apostaban un duro por su posible regreso algún día, Kubica les ha mandado un mensaje muy claro, mientras hay vida hay esperanza y mientras sigas adelante por muy fuertes que sean los golpes, si consigues avanzar , teniendo una meta, una visión y un objetivo claro lograrás salir adelante, por muy grande que sea la caída serás capaz de superarla.

Nuestro temor más profundo no es ser inadecuados, nuestro mayor miedo es el poder inconmensurable que tenemos, es nuestra luz, no nuestra oscuridad a lo que tenemos miedo de afrontar, todos estamos destinados a brillar y cuando permitimos a nuestra propia luz poder brillar, inconscientemente le damos permiso a otras personas para hacer lo mismo, mientras nos libramos de nuestros propios temores. Eso es lo que ha hecho Robert en estos años de lucha, una batalla que ha librado consigo mismo, logrando dejar sus miedos, inseguridades y temores a un lado, para poder seguir peleando por su sueños y finalmente lo ha conseguido, porque ha dejado que su enorme potencial brillara con luz propia, venciendo a la oscuridad y dando ejemplo a los demás de que todo es posible, que las limitaciones se las pone uno mismo y que nosotros somos los que decidimos hasta dónde podemos llegar. Creo que hablo en nombre de todos si dijo que es un espejo donde mirarse, solo puedo aplaudirle por su enorme valentía en todo este proceso.

Robert ha sido capaz de entender qué adaptaciones necesita para poder pilotar un coche y se ha encargado en este año de demostrar a Williams que está preparado, a través de las distintas pruebas que ha ido realizando. No será el primer piloto que regrese tras un accidente de gravedad, existen antecedentes como Alex Zanardi, Billy Monger o Niki Lauda. De todos ellos podemos sacar una lección de vida, cada uno de ellos tiene su propia historia, que puede inspirar tanto a pilotos, como aficionados y a cualquier tipo de persona en general.

Ahora solamente queda por ver en qué estado regresará el piloto polaco, nadie sabe con certeza si dará el nivel o no, el tiempo y el mismo Robert serán los jueces que decidirán si está lo suficientemente preparado para dar el nivel que requieren los monoplazas. Siendo realistas será difícil que de su mejor versión o esté al nivel de su primera etapa en F1, pero si Williams ha decidido arriesgar y darle la oportunidad, es porque ha visto algo en el que los demás no sabemos. Algunos pueden pensar que habría que darle prioridad a otros pilotos que se quedan sin asientos en el gran circo, cómo es el caso del francés, Esteban Ocon, que ha demostrado un gran nivel en el equipo Force India y además es una de las grandes promesas del futuro. De alguna manera lo puedo entender, es una pena que un piloto de la talla de Ocon este sin opciones, pero también pienso que Robert ha tenido que luchar y hacer muchos sacrificios para tener un asiento en F1. Nadie le ha regalado nada, por eso creo que al menos, deben darle un voto de confianza y ver si es apto o no para competir en buenas condiciones.

La primera bala de fuego será Melbourne, en el GP de Australia 2019 a partir de ese momento podremos empezar a sacar conclusiones, además conociendo a Kubica el primer autocrítico consigo mismo será él, si las cosas no van bien. Alonso y otros pilotos de su generación o que han compartido pista con él le describen como un tipo con un enorme talento, con algo especial, quien sabe donde podría haber logrado llegar si no fuera por el tremendo accidente que le condicionó gran parte de su trayectoria deportiva. Seguramente será compañero de George Russell, una de las mayores promesas del automovilismo, campeón de la GP3 y tiene prácticamente en su mano el campeonato de F2 que se decidirá este fin de semana. Juntos harán un tándem muy competitivo, con mucha hambre y que ayudará a Williams a volver poco a poco a la zona delantera de la parrilla.