Williams necesita cambios en todas las áreas para volver arriba, según Rob Smedley
Rob Smedley, jefe ingeniero del equipo Williams desde el 2014 y que abandonará el equipo al finalizar el presente curso, habló sobre la situación actual en la que se encuentra la escudería de Grove. El ingles cree que debe haber un cambio en todas las áreas dentro del equipo si quieren volver a los puestos punteros, piensa que tienen los recursos y el liderazgo necesario para llevarlo a cabo, pero solo dará frutos si todos reman en un mismo camino y dirección.
No corren buenos tiempos para la escudería británica con sede en Grove, en una situación similar a McLaren en cuanto a malos resultados y dentro de una espiral negativa en la que no se vislumbra luz al final del túnel, al menos por el momento. Algo que de ninguna manera puede ser aceptable para uno de los equipos más laureados de todos los tiempos, tan solo Ferrari y McLaren poseen un mejor palmares en la máxima categoría del automovilismo. Hay que remontarse 21 años atrás en el tiempo para ver a Williams en la cumbre de la F1, fue en el año 1997 cuando lograron conjuntamente el título de constructores más el de pilotos, de la mano de Jacques Villeneuve, hijo del legendario Gilles y propulsados por el motor Renault.
Desde entonces el camino de Williams ha sido una odisea, con años mejores y peores, pero en ningún momento han estado en la lucha o pomada por los campeonatos. Siendo los años más destacados 2003, donde con el FW25 lograron el subcampeonato de constructores y 2014-15, gracias al cambio de reglamentación, propulsados por los motores Mercedes V6 turbo-híbridos, lograron ser el tercer equipo dos años consecutivos. Pero para 2016 las cosas empezaron a cambiar, cuando los motores de los demás equipos empezaron a reducir distancias con Mercedes y Williams empezó a mostrar sus deficiencias aerodinámicas, que habían sido tapadas gracias al propulsor alemán. Este año ha sido el descalabro total, se han confirmado como el peor equipo de toda la parrilla, solo 7 puntos sumados a falta de el cierre de temporada y muy lejos del siguiente, Toro Rosso con 33.
Es algo inaudito e inaceptable, teniendo en cuenta de la envergadura de la escudería que estamos tratando, el problema no es solo que no estén luchando por las posiciones de arriba como deberían, sino que ni siquiera son capaces de entrar en Q3 ni pelear por los puntos en condiciones normales. La alineación de pilotos no es tampoco para tirar cohetes, ni Stroll ni Sirotkin son tan malos pilotos, ninguno de los que están ahí lo son, que quede claro.
Pero tampoco son superclase ni las mejores opciones que había en el mercado actual, pero claro tienen otros atributos muy importantes, como son los económicos, las escuderías necesitan ingresos para poder sobrevivir y Williams decidió darle prioridad a ello por encima de contar con otros, que quizá no contaban con ese tipo de recursos, pero sí con un mayor talento y capacidad para sacar lo máximo al monoplaza y ayudar a un buen desarrollo de este. Por eso puede que ahora esten pagando las consecuencias por una parte, pero eso no exime a el equipo del desastre en el desarrollo del monoplaza, no solo este año, sino desde hace varios.
Debe haber un cambio en todas las áreas y departamentos del equipo si Williams quiere salir del agujero de mediocridad en el que están metidos, cambios radicales, contundentes y reales para volver al lugar del que nunca debieron haberse ido. Sobre ello habló Rob Smedley, el famoso y prestigioso ingeniero, que abandonará el equipo al finalizar esta temporada. Estas fueron sus declaraciones: “Nunca hay una fórmula mágica, en todas las areas nunca terminas de aprender y de mejorar, siempre hay aspectos de los que se puede sacar un mayor rendimiento. Creo que sería un error señalar una sola área o aspecto y decir que tiene que ser la única en la que concentrarse o donde reside el mayor problema, como ocurre con cualquier cosa que no funciona tan eficientemente como debería. En cualquier negocio o organización nunca es sólo debido a una sola causa”.
Pero no solo hay carencias en el equipo, el jefe de ingeniería de Williams también destaca los puntos fuertes del equipo, el liderazgo uno de sus mayores pilares y que puede ser clave para crear un plan de recuperación eficaz para la escudería británica: “Tienen un liderazgo muy fuerte y Claire Williams está al frente, ella tiene los conocimientos y la capacidad necesaria para devolver al equipo a su sitio. Necesitan un plan de recuperación y eso tiene que atacar todas las áreas del negocio, tanto las deportivas como las extradeportivas. Tiene que ser técnico sí, pero también debe afectar a toda la estructura de soporte del negocio. Hay áreas que necesitan modernización, áreas que necesitan cambios y áreas que se deben reconocer que son sólidas en comparación con otros equipos de Fórmula 1, pero que no se admiten de otras maneras”.
Claro está que no será una tarea nada fácil por la situación que atraviesa el equipo, pero ello no lo convierte en una hazaña imposible. Para Smedley, existe un gran equipo a varios niveles en todo el conjunto y podrán salir adelante si se coordinan a la hora de trabajar: “Es un camino largo y que va a costar es evidente, hay un grupo de con talento allí. Hay algunos técnicos muy buenos y un buen grupo de administración, la clave será que trabajen unidos, en conjunto y en una misma dirección".
Aunque su etapa en Williams finaliza este año, Rob ha recordado el difícil momento en el que llegó a la escudería y lo que se puede conseguir gracias al trabajo duro. Aunque esa mejoría experimentada parece que ha desvanecido con el tiempo, pero Smedley piensa que deja el equipo sabiendo que está mejor que cuando llegó. Solo el tiempo determinará si Williams es capaz de volver a estar en los puestos más altos de la parrilla y luchar por objetivos ambiciosos.
“Me uni a Williams en un momento en el que estaban evolucionando tras tener varios problemas. Para las nuevas regulaciones en 2014, la parte de la que me encargue fue asumir la ciencia del vehículo, el lado de rendimiento, las operaciones de carrera y tratar de sacar lo máximo en ese aspecto. Si nos fijamos en 2012, 2013 y, a partir de ese año, con el enorme esfuerzo llevado a cabo por parte de todos los que trabajan en ese departamento, hemos podido crecer, dar un paso adelante y me voy tranquilo, porque dejó al equipo en mejor forma de la que estaba”, concluyó Rob Smedley.
Para finalizar como aficionado a este deporte y me imagino que la mayoría de los que lo seguimos desde hace años, deseamos que tanto Williams como McLaren salgan de este pozo y espiral de malos resultados en la que se encuentran. No puede ser que dos de los equipos que han escrito gran parte de la historia de esta maravillosa competición se encuentren sin opciones de pelear por cosas grandes. Son muchos los nombres que han pasado y rodado por ambos equipos, tanto a nivel de pilotos como de jefes técnicos, mecánicos, ingenieros, directores, patrocinadores que se han ido… Algunos por cansancio, otros obligados por la situación y otros por no ver un rayo de esperanza que de pie a creer en un futuro mejor, en un verdadero cambio. Por eso deben trabajar muy duro como dijo Smedley y lo que es más importante, en una misma dirección, sin echarse la culpa los unos a los otros y sin tirar balones fuera, solo asi podran dar la vuelta a la tortilla, con la unión, fuerza, ganas y capacidad de todos es posible.
Pero si no lo logran, puede significar el final de estas dos míticas escuderías, quiero y deseo pensar que han tocado fondo, que no pueden ir más abajo, que ya han descendido a los infiernos y que la subida de nuevo a los cielos será costosa si, pero es posible y necesario por el bien de ellos, por el bien del espectáculo, de la F1 y por el de todos los que amamos el automovilismo.