El piloto holandés había sido el más rápido en las tres sesiones de entrenamientos libres en el circuito Hermanos Rodríguez. Parecía que un error de Verstappen o un factor externo le impediría conseguir la pole position. No hubo ningún error, pero sí un factor externo, Daniel Ricciardo. El australiano hizo un gran tiempo en el último asalto de la Q3, arrebatándole el primer lugar por 26 milésimas y la posibilidad de ser el piloto más joven en conseguir la pole.

“Mad Max” no mostró buena cara, comenzó su entrevista con el expiloto David Coulthard criticando el motor Renault: “Tuvimos los mismos problemas que en los libres 2, el motor no estaba haciendo lo que yo esperaba de él”. “Intentaba sacarle el máximo partido y pensaba que sería suficiente a pesar de los problemas, pero bueno, está bien ser segundo y ya veremos mañana”.

Coulthard recalcó que su descontento se veía a primera vista y le preguntó si podrían solucionar los problemas en la unidad de potencia para el domingo: “Lo intentaremos” finalizó un serio y frío Verstappen.

En rueda de prensa, un periodista les preguntó si le causarían un nuevo infarto a Christian Horner (director del equipo Red Bull) como en el Gran Premio de Azerbaiyán: “Ni siquiera pienso en Bakú” declaró Verstappen, mientras su compañero opinaba, con una gran sonrisa, que el único infarto debería ser de celebración.

Hoy se ha visto a un Verstappen alegre y enfadado de una sesión a otra y no ha ocultado, ni en sus declaraciones ni en sus gestos, su enfado y decepción. Habrá que estar atento a su comportamiento durante la carrera.