En la primera vuelta el alemán adelantó en la larga recta del Circuito de las Américas a Ricciardo, pero en la frenada el auto del ferrarista llegó largo y el australiano intentó devolverle la jugada. En la curva sucesiva los dos monoplazas tomaron el vértice emparejándose y el contacto fue inevitable. El SF71-H de Vettel pierde el control chocando contra el RB14 de Daniel. Una vez más en esta temporada el resultado fue el trompo de Sebastian, que inevitablemente comprometió su carrera reduciendo a cero las esperanzas de ganar el Gran Premio.

"Tal vez la próxima vez tendré que intentar adelantar por fuera para evitar el trompo, incluso si un piloto prefiere siempre el interior. En estas últimas ocasiones no estaba completamente por delante, pero básicamente no intenté hacer algo tonto o estúpido. A pesar de que estos contactos han ocurrido con frecuencia, nunca hubiera intentado una acción en la pista que no funcionaría independientemente de lo que haga”.

Mirando hacia la competitividad del auto las sensaciones de Vettel son positivas: "El sentimiento es bueno y hemos ganado la última carrera. No triunfé yo pero si lo hizo Kimi. Sin duda para el equipo fue un resultado importante después de algunas carreras difíciles”.