Ferrari y su falla indetectable. Los grandes responsables fueron el tiempo y las reglas

Todos conocen la historia en Mónaco de la Ferrari no. 16 y su piloto Charles Leclerc. La falla se dio a conocer el siguiente día de la carrera; una pequeña grieta en el cubo del neumático izquierdo en donde inicia el eje de transmisión. Si parece tan simple, ¿por qué no lo repararon?, la explicación la compartió el medio alemán Auto motor sport y se encuentra a continuación.

La principal razón por la que el problema no fue detectado se debe a que el cubo y el eje de transmisión no presentaron daños notables a simple vista como para requerir de un análisis mucho más profundo, además de que ese lado fue el opuesto al que recibió todo el impacto. La falla fue tan pequeña que solo podría haber sido encontrada por medio de un ultrasonido, por ejemplo, o gracias a todo el análisis detallado que se hizo en Maranello.

Tanto la caja de cambios como la transmisión en general fueron revisadas en la medida de lo posible, pero ni el tiempo, ni el diagnóstico, ni las reglas, permitieron sospechar más de estos componentes que además no fueron los responsables del abandono y que Mattia Binotto, director del equipo, afirmó: "Incluso si hubiéramos cambiado la caja de cambios el daño hubiera ocurrido".

Por otro lado, más allá de que el cambio en estas piezas hubiera penalizado el lugar de Leclerc con cinco posiciones atrás y era algo que Ferrari quería evitar, también existía la posibilidad de que fueran relegados al final de la parrilla, pues el Comisionado de Tecnología, Jo Bauer, habría presuntamente especificado que solo tenían permitido remplazar las piezas del eje de transmisión, el cubo y el soporte de la rueda izquierda si podían demostrar claramente que uno de estos componentes estaba dañado. El no ver nada afectado junto con el factor del tiempo hizo que Ferrari descartara esa opción.

El sábado, el monoplaza salió de Parc Fermé hasta las 6:30 p.m. y solo tuvo una hora antes de regresarlo, para realizar pruebas de aceite y con el boroscopio a la transmisión, ninguna de estas arrojó algo negativo o si quiera una muestra de que hubiera un daño grande; lo que restaba por hacer entonces según el equipo, era esperar directamente a que el auto estuviera en marcha y descubrir si algo pasaba.

El domingo, la FIA permitió los trabajos sobre al auto a partir de las 10:00 a.m. y los mecánicos tuvieron que laborar lo más rápido posible para reparar todo el daño del lado derecho y que les quedara tiempo para revisar de nuevo la caja de cambios y la transmisión, eso también les permitiría cambiar de último momento cualquiera de los dos si mostraban daños, pero de nuevo y de acuerdo con la Scuderia, tanto la caja como los dos ejes pasaron todas las pruebas y no dieron señales de un algo mayor.

La "equivocación" que pudo haber sido responsable de todo fue el no revisar más a detalle el lado izquierdo, porque pese a que como se mencionó la grieta culpable era indetectable, la escuadra prestó prácticamente nula atención a ese lado del monoplaza no por descuido sino porque acabaron todo lo demás que era lo principal a las 12:15 p.m. y no había más oportunidades de revisar cuidadosamente otros elementos.

Para la mala suerte de todos, la fisura fue uno de esos detalles que solo podía descubrirse rápidamente con el auto en marcha y por eso Leclerc lo detectó hasta que aceleró a la salida de Loews, momento en el que la rueda interior perdió toda la carga.

Ferrari ha comentado que está claro que fue una situación muy desafortunada, no obstante, la tomarán para el aprendizaje e incluso se plantean modificar la estrategia de revisión para reorganizar el tiempo y ahondar es más detalles, si es que algo así vuelve a pasarles.