F1 | GP Gran Bretaña | Como Tambay, Hulkenberg puede soñar con la revancha
Tras confirmarse el caso positivo de Covid en Checo Perez, Nico Hulkenberg podrá tener su revancha en F1? Repasamos un poco los antecedentes de los reemplazos a ultimo momento.
Los reemplazos de último momento no suelen ser el modo ideal de subir a un auto de Fórmula 1, pero al mismo tiempo, algunas veces, son la única opción para mostrarse en el gran mundo del automovilismo mundial. A lo largo de la historia, ha habido varios casos. Unos exitosos, otros no tanto. Y muchos recuerdan rápidamente el que permitió debutar en F1 a Michael Schumacher, reemplazando al arrestado, Bertrand Gachot en Spa, en 1991 sobre el Jordan. Y también el debut apresurado de David Coulthard, en Williams, tras la muerte de Ayrton Senna, en 1994. Pero en ambos casos, eran jóvenes que nunca habían corrido en F1, y les esperaba toda una carrera por delante.
Entonces, para buscar algunas semejanzas con la actual situación que vive Nico Hulkenberg, ante la inesperada chance de regresar a la Fórmula 1 en lugar de Sergio Pérez en Silverstone, hagamos algunas citas qué sí se podrían comparar.
Ricardo Zunino se subió al Brabham BT49 de Niki Lauda en el Gran Premio de Canadá 1979, cuando se estaban desarrollando los entrenamientos previos a la primera tanda de clasificación, el viernes. La razón era que Lauda se retiraba repentinamente de la F1, y el argentino se subía sin conocer la pista siquiera. Su desempeño fue lo suficientemente bueno como para que lo confirmaran para Watkins Glen, la última carrera del año (en esa época, Canadá y EEUU cerraban el campeonato), y para comenzar como piloto titular del equipo de Bernie Eccclestone en 1980. Después, la falta de apoyo económico, le impidió continuar a Zunino como compañero de Nelson Piquet y fue reemplazado por el mexicano (qué paradoja) Héctor Rebaque. La similitud con el caso Hulkenberg, es que se produjo dentro del fin de semana de carrera, igual que ocurre hoy ante el caso de Checo y su caso de COVID-19 positivo.
El otro caso que queremos citar ocurrió en 1982. Tras el trágico accidente de Gilles Villeneuve en Bélgica, Ferrari decidió correr en Mónaco, Detroit y Canadá solamente con el auto de Didier Pironi, y recién en Holanda subió a Patrick Tambay en la 126 C2 número 27. Tambay, que se había quedado sin auto a finales de 1981 (igual que Hulkenberg), tuvo que ser siempre escolta de su compañero y compatriota, y no pudo ganar hasta Alemania, aquel fin de semana en que Pironi se accidentó y dejó vacante su lugar en Ferrari para siempre. Entonces sí, Tambay pudo mostrarse en un buen auto de F1. Desde 1977 había corrido sin poder subir siquiera al podio, en parte por no tener la herramienta adecuada.
Gracias a esa inesperada suplencia se quedó un año más en Ferrari, y volvió a ganar en 1983 en San Marino, lo que le valió el ofrecimiento de Renault para correr para ellos desde 1984. No volvió a ganar, es cierto, pero Renault tampoco tuvo en esos años, el nivel que había tenido hasta ese momento, y luego de dos temporadas sin suceso, se retiró de la F1 por primera vez. Tambay siguió un año más corriendo en Lola, y luego también se retiró como piloto de Fórmula 1.
Paradójicamente, Tambay se había quedado sin auto a fin del año anterior, y regresó a las pistas en un auto de punta, tras siete meses sin subir a un F1. Hulkenberg también.
¿Qué puede pasar con la vida deportiva de este alemán si este último guiño del destino le permite lograr aquello que no había conseguido antes? ¿Será su segunda vida en la Fórmula 1?
¿Qué pasaría si Hulkenberg pone el Racing Point más alto de lo que lo pudieron poner Pérez y Stroll en las tres carreras que se llevan corridas este año?
¿Qué pasará si el Racing Point muestra con este piloto, ser mejor auto aún de lo que se pudo ver en Austria y Hungría?
Hulkenberg no tiene nada que perder. Nada. Y puede ganarse una beca con olor a revancha.
Saldrá a pista en busca de gloria, sin dudas.
Por Diego Zorrero.