F1 | Binotto podría tener los días contados si no sucede un milagro en Ferrari
Ferrari vuelve a vagar a la deriva y pasa de luchar por victorias a pelear en media tabla. El proyecto se tambalea y su líder, Mattia Binotto, podría ser el primero en caer.
Los ánimos están muy caldeados en Ferrari. La impotencia y la rabia se apoderan del equipo. De estar supuestamente en la lucha por el campeonato, a convertirse en equipo de media tabla y luchar por entrar en Q3, y sin llegar a conseguirlo uno de los dos pilotos en cada uno de los Grandes Premios disputados en el Red Bull Ring. La velocidad del monoplaza italiano ha desaparecido, perdiendo velocidad punta en las rectas y agarre en curva, y rodando un segundo por vuelta más lento que la temporada pasada.
Muchas y serias dudas en Maranello, que hacen temblar de nuevo los cimientos de otro proyecto fallido en las filas del equipo más laureado y antiguo de la historia de la Fórmula 1, que sin embargo lleva casi quince años perdido en la búsqueda de nuevos títulos mundiales de pilotos y constructores que se le escapan temporada a temporada, algunos de ellos de forma inexplicable.
Para colmo de males, la última carrera terminó en la tercera curva para ambos miembros del equipo italiano. Charles Leclerc cometió un error frenando muy tarde en la curva más lenta de Red Bull Ring, y terminó embistiendo, trágicamente, a su compañero de equipo Sebastian Vettel. La imagen en el box era hasta dolorosa. Binotto ya no encuentra más palabras de optimismo, Leclerc sigue disculpándose desde entonces, y Sebastian Vettel parece ya simplemente dejarse llevar hasta que termine la temporada y su etapa vestido de rojo.
El lunes se produjo la reunión ordinaria de preparación para el Gran Premio de Hungría. En ella se concretó la configuración que se usaría en el próximo fin de semana, así como la confirmación de alguna mejora aerodinámica, como es el caso de un nuevo alerón delantero, que ya se probó en Austria y parece que ha dado buenos resultados.
A priori, y teniendo en cuenta las características del monoplaza italiano, así como los últimos resultados de la Scudería en suelo húngaro exceptuando 2017, no parece que vaya a ser un fin de semana muy propicio y que sirva de revulsivo. Sin embargo, en Ferrari necesitan prácticamente un milagro que les devuelva a la parte alta de la parrilla y devuelva la ilusión y las esperanzas al proyecto, o por el contrario podrían empezar a producirse medidas drásticas y desesperadas por parte de los peces gordos de la marca.
Desde Italia se empieza a rumorear que Mattia Binotto podría tener los días contados como Jefe de Equipo, tal como publican hoy en El Corriere della Sera. Su calidad como ingeniero y hombre de equipo es indiscutible. Sin embargo, ha quedado bastante demostrado que su actual puesto le queda un poco grande, y no se desenvuelve igual siendo el líder del proyecto y teniendo que ser el que ponga orden. Ya se barajan nombres que podrían ser su sustituto, como el actual gerente de la división de competición de GT, Antonello Coletta.
El equipo de Maranello parece haberse estancado de nuevo. El proyecto antiguamente liderado por Marchionne se tambalea, y la organización que él y Arrivabene lideraban con fuerza, pero sobre todo carisma, parecen haber desaparecido. Por otra parte, los demás equipos se han reforzado en el apartado técnico en los últimos años, como es el caso de McLaren, con los fichajes de James Key y Andreas Seidl, que ya empiezan a dar sus frutos, mientras que Ferrari ha mantenido los mismos miembros, y parece que las ideas empiezan a acabarse.
Renovarse o morir. Esa frase tan repetida a lo largo de nuestras vidas, y que se ha convertido en una constante para los de Maranello. Un equipo tan legendario y tan amado que, a la vez, se convierte en el equipo más perseguido y vigilado de la parrilla, y la presión constante por ganar suele jugarle malas pasadas y crear nerviosismos, que acaban con las esperanzas y el buen rumbo del proyecto incluso antes de que este pueda empezar a carburar.