Dos puntos de vista son comunes cuando el tema a tratar es Nico Hülkenberg, es un piloto extraordinario dicen unos, le faltaron los resultados dicen otros. Lo cierto es que el alemán disputó ayer, en Yas Marina, su último Gran Premio en la Fórmula 1, habiendose despedido de la máxima categoría con un 12° puesto en la carrera que cerró el año.

Habiéndose mantenido en posiciones de puntuación durante gran parte de la competencia, Hülkenberg logró atesorar el voto de los fanáticos, que lo premiaron con el galardón del "piloto del día", que además fue el primero de su carrera. Antes del inicio de la carrera, Renault despidió a su piloto con la típica fotografía grupal en la que su compañero de equipo, Daniel Ricciardo, se colocó una peluca con la que simuló parecerse al alemán.

"Fue una carrera final digna para mi con el equipo. Crucé la línea con buenos sentimientos", afirmó Hülkenberg para el comunicado oficial del equipo con sus declaraciones. El alemán se retiró de la Fórmula 1 habiendo disputado diez temporadas, 178 Grandes Premios, de los cuales corrió 176 carreras, en esa trayectoria por la máxima categoría, en la cual representó a Williams, Force India, Sauber y Renault obtuvo una pole position y dos vueltas rápidas.

Al hablar de Hülkenberg, sin duda se hace alusión a uno de los pilotos que destaca en cualidades alrededor del mundo, por esa razón ocupó tanto tiempo una butaca en la categoría con la cual todos sueñan llegar. El representante hasta ayer de Renault se destacó siempre por haber conducido muy prolijo aunque fue uno de los conductores a tener en cuenta en la previa a alguna carrera en la que se advierta la presencia de la lluvia y el piso mojado.

sunday funday.. 👊🏼
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— Nico Hülkenberg (@HulkHulkenberg) December 1, 2019

Es más, la única pole position de su carrera la consiguió en un piso ligeramente mojado, en Brasil con Williams durante el 2010. Aquel fue el año de debut para Hülkenberg, condujo a uno de los autos más lentos de la grilla y aún así logró obtener su primer punto en su tercera carrera en el Mundial, más adelante, en Hungría, consiguió un extraordinario sexto lugar. Pero, en San Pablo, demostró verdaderamente sus credenciales para formar parte de la categoría.

El, por aquel entonces, piloto del equipo del Reino Unido obtuvo una maravillosa pole position en Interlagos, habiendo superado a sus rivales por más de un segundo de diferencia a su favor. En aquella ocasión, Hülkenberg dio muestras de que los contravolantes en los pisos resbalosos no son inconvenientes para él. Sin embargo, luego de eso, fue reemplazado por Pastor Maldonado y su destino continuó en Force India.

Su mejor resultado en un Mundial fue en el de 2018, cuando finalizó como el mejor del resto junto a Renault en el séptimo puesto con 69 puntos. Con carreras fantásticas, como la de Austin cuando retuvo al Haas de Kevin Magnussen durante varias vueltas con problemas energéticos en su unidad de potencia y con sus neumáticos casi en las ruinas, puso al equipo frances agazapado al grupo de los grandes.

El piloto de 32 años de edad demostró tener muchas cualidades que le asegurarían un lugar en la Fórmula 1, sin embargo, nunca logró plasmar eso en un resultado excepcional que le permitiera por ejemplo saldar la deuda del podio que le quedó pendiente. También es cierto que nunca pudo contar con un auto de punta, que gane carreras y que le llevara más adelante, así el tema del podio, al menos por ahora y hasta que se retire para comprobar si volverá o no a la máxima categoría, será una duda que no se resolverá con pruebas.

Pese a todo, con una temporada en la que resaltó en el pelotón de medio, este año Hülkenberg no logró contrarrestar lo hecho por Ricciardo y se quedó sin lugar para la grilla del 2020. Por tal razón la carrera de ayer en Yas Marina tomó un condimento sentimental para él y el paddock.

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