Reducción de costos en la Fórmula 1 puede traer la congelación del desarrollo de motores desde 2021
Mercedes, Honda y Renault creen que frenar el desarrollo de los propulsores para la nueva era que se aproxima a la categoría reina del deporte motor sería una movida eficiente para rebajar los gastos.
La reducción de costos es un tema recurrente cuando se mencionan los nuevos cambios que serán implementados desde la temporada de 2021 de la Fórmula 1. Tres de los cuatro fabricantes de motores en la parrilla actual —Mercedes, Renault y Honda— se mostraron a favor del posible congelamiento del desarrollo de las unidades de potencia desde 2021 en adelante.
Renault mostró preocupación por su situación económica dentro de la Fórmula 1, categoría a la que volvió en 2016. Cyril Abiteboul, Director General de la escudería, explicó que para la fábrica no es viable continuar con el nivel actual de costos. Además, expresó que los cambios esperados para 2021 aún no son suficientes para ellos. "Con el techo presupuestario y una distribución más justa del dinero, dos de nuestras demandas ya se han cumplido. Pero no es suficiente para nosotros. Si no queremos que la Fórmula 1 nos cueste más, la única manera es congelar el desarrollo de los motores a partir de 2021. Para entonces, todos habremos alcanzado un nivel similar", apuntó.
La marca francesa posee un motor que claramente se ha mostrado como el menos fiable de la parrilla actual y sus pilotos son los que más han sufrido abandonos por problemas relacionados al propulsor o retrasos en la parrilla por exceder el uso permitido de componentes. Por tanto, los franceses han debido invertir cantidades incontables de dinero en la época reciente, pues tales fallas en los motores Renault vienen ocurriendo desde hace temporada y media, al menos.
Por otro lado, Toto Wolff cree que la opción de congelar el desarrollo es viable y lógica, siempre y cuando el nivel de rendimiento de los motores sea similar. "Si encontramos en el banco de prueba que la potencia y el par de los cuatro motores está dentro de un rango del uno por ciento, una congelación del desarrollo tiene sentido", dijo el jefe de Mercedes, actual marca pentacampeona de constructores y pilotos.
Ocon y Haas, nuevo culebrón para la silly season
Asimismo, desde el punto de vista ecológico, la FIA planea implementar cambios en el uso de combustibles a partir de 2021 para reducir las emisiones de dióxido de carbono, algo que Wolff celebra, pues él considera que "las industrias del entretenimiento y del deporte de motor deben trabajar para lograr un equilibrio neutro de dióxido de carbono en el futuro. De lo contrario, las grandes empresas no van a querer participar".
En representación de Honda, Helmut Marko se colocó de lado de Renault y Mercedes con argumentos parecidos a los expuestos por los franceses. "La congelación de motores debe llegar. De lo contrario, los recursos se agotarán. La última décima es siempre la más cara. Ya hemos visto que en la era V8 se ahorró mucho dinero con la congelación del desarrollo. Con los monstruos que tenemos actualmente, el efecto del ahorro es aún más sustancial", dijo.
Marko resaltó lo logrado por la medida de congelación impuesta en 2007 a los motores V8, aquellos que, para Max Mosley, presidente de la FIA en ese entonces, habían entrado en un nivel de revoluciones por minuto "inútil e irrelevante par los coches de calle" y que la congelación era importante para reducir costos, lo mismo que se buscaría desde 2021.
Interesante es el tema del rango parejo, aunque parece un poco improbable y, además, algo que no pertenecería al estilo Fórmula 1, donde no sólo compiten pilotos en la pista, sino fábricas en sus diversas sedes.
Si se congela el desarrollo de los propulsores y el rendimiento es, prácticamente, idéntico, pierde un poco de sentido la competencia. Sin embargo, la necesidad de la reducción de costos es real y debe ser resuelta, con lo cual es positiva la posibilidad de parar el desarrollo de los eficientes motores actuales. Los equipos deberán encontrar décimas extras con todo el resto de componentes del coche, como ya debieron hacer cuando se implementó la congelación de propulsores desde 2007.
Además, como explicó Wolff, la reducción de costos y un deporte amigable con el medio ambiente podrán atraer a otras grandes marcas, lo cual es positivo.
A pesar de lo explicado, Ferrari espera con la posibilidad de ejercer su veto y frenar la revolución del reglamento técnico de 2021 o, al menos, moldearla.