Pequeños destellos de luz en la oscuridad profunda de Williams
La temporada de Williams se observa como un túnel completamente oscuro sin una señal que invite a que esta situación cambie en poco tiempo. Pero si que observamos pequeños (muy pequeños) focos de luz en tanta oscuridad de su situación.
La temporada de Williams se observa como un túnel completamente oscuro sin una señal que invite a que esta situación cambie en poco tiempo. Pero si que observamos pequeños (muy pequeños) focos de luz en tanta oscuridad de su situación.
¿Y por qué digo esto? Porque si analizamos el transcurso de los primeros seis grandes premios de la temporada y lo ponemos en contexto con la temporada pasada y pretemporada de este mismo año, podemos soñar (aunque ahora parece una auténtica utopía) con una paulatina recuperación de la escudería inglesa. Eso sí, no para estos grandes premios siguientes, e incluso para esta misma temporada, pero si para poder salvar 2020 y volver a la “decencia” en el año 2021, temporada que se avecina con cambios para darles esta pequeña oportunidad que deben de aprovechar como nadie.
Tras no poder rodar en los dos primeros días de la pretemporada 2019 y ser el equipo con menos vueltas con diferencia (Algo evidente), las primeras carreras se han tomado como un test para su FW42 y para sus nuevos pilotos (Robert Kubica y George Russell). Carreras simplemente bochornosas, acabando a 1 vuelta del siguiente equipo en la mayoría de ellas, y con un coche muy difícil de manejar, poniéndoles las cosas muy difíciles a los de Groove. Pero con las actualizaciones llevadas al Gran Premio de España, a pesar de la enorme diferencia existente todavía al resto, la distancia con el resto se ha reducido un poco, y por ello vienen los pequeños brotes de esperanza que pueden ir acercando poco a poco al equipo a abandonar el farolillo rojo.
Y este Gran Premio de Mónaco ha sido el mejor fin de semana de la escudería británica, ya que por primera vez no han acabado en las dos últimas posiciones. Y seguro que tú, lector, pensarás lo siguiente: “No han acabado los últimos porque es Mónaco y es imposible adelantar”. Y en parte tienes mucha razón. Pero el dato que a mí me da algo de esperanza son las vueltas rápidas que hicieron Kubica y Russell en la carrera. Fueron las dos más lentas, pero la vuelta del piloto británico (1’17’038) fue solamente 4 décimas más lenta que la de Romain Grosjean (el último piloto en zona de puntos) y quedó en decimoquinta posición, por delante de los dos Alfa Romeo y del Racing Point de Lance Stroll. Y Robert (Con el coche dañado tras el golpe que recibió de Antonio Giovinazzi) iba en decimocuarta posición, siendo sus siete mejores vueltas de la temporada.
Por el bien de la Fórmula Uno, necesitamos ver una gran mejora de esta escudería histórica, y verles hacer un papel al menos decente en el Gran Circo.