¿Es Ferrari el hazmerreír actual de la Fórmula 1? En la vida, como en el deporte, siempre hay un blanco para las críticas, los memes, las burlas, los chascarrillos, etcétera. Años atrás, McLaren Honda ocupaba este desafortunado galardón, debido a las cuantiosas averías y promesas incumplidas que provenían por parte del equipo de Woking. En cambio, esta temporada, con McLaren ya algo mejor, resurgiendo poco a poco, los errores lamentables de la escudería italiana, tanto de sus estrategas, como de sus pilotos, están siendo el centro de atención y los protagonistas de la mayor parte del contenido humorístico que se genera en las redes sociales cada gran premio. Si bien es cierto que Williams, por ejemplo, está en una posición mucho más dantesca, la realidad es que su situación genera tristeza y lástima entre los aficionados. Por el contrario, los fallos de los chicos de Maranello producen mayormente risa y sátira.

Ya son doce años sin que un piloto vestido con los colores de Ferrari se proclame campeón mundial. Se dice pronto, pero nadie podría haberse imaginado una sequía de tal magnitud en los años gloriosos de Michael Schumacher a comienzos del siglo XXI. Lo peor de todo, es que esta corriente no parece que vaya a cambiar. En 2017, y sobre todo, 2018, las opciones de ver a un piloto de Maranello proclamarse campeón subieron de forma exponencial, sobre todo en el caso de Vettel. En cambio, ni cuando el monoplaza rojo se mostraba como el más fuerte, los hombres del Cavallino Rampante lograron disputar el mundial hasta la última carrera a Hamilton y Mercedes. Los múltiples errores, tanto de Vettel, como de su equipo, los condenaron al rincón de los perdedores.

Resulta complicado tirar de memoria y recordar cuándo fue el último error de bulto por parte de Mercedes. Si bien es cierto que montar el neumático medio en el monoplaza de Lewis este domingo con 68 vueltas por disputar no fue la mejor idea del mundo, imágenes de sus pilotos trompeados, o fuera de la Q1, o Q2, por accidentes, o fallos estratégicos, son muy difíciles de ver y recordar. Charles Leclerc echaba humo tras ser eliminado de la Q1 este pasado sábado. El monegasco, que disputaba su segunda carrera de Fórmula 1 en su ciudad natal, lideró los últimos entrenamientos libres y era un claro candidato, como poco, al podio. En cambio, los fantasmas del pasado regresaron a Ferrari, quienes calcularon de forma horrible el tiempo de corte, y centrados en un Vettel que se encontraba en apuros, optaron por no sacar a pista de nuevo a Leclerc, a pesar de que él lo pidió por la radio, condenándolo a un decimosexta posición que apagaba todas las luces de esperanza e ilusión en el box del monegasco.

El continuo problema jerárquico entre sus pilotos, las órdenes de equipo mal ejecutadas, a destiempo muchas veces, como en Barcelona, y sus incontables fracasos recientes, están colocando a Ferrari en el punto de mira de aficionados y creadores de contenido online. ¿Cuándo podrán los hombres de rojo cerrar el pico a todos esos usuarios que a día de hoy se alimentan de sus fiascos deportivos? Desde luego, parece que este año no va a ser.

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