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F1 | GP Mónaco | Los rasgos únicos del principado más singular

Con la siguiente carrera casi a la vuelta de la esquina, un análisis y mirada al escenario y su pasado no pueden faltar. Montecarlo suele estar en boca de todos y la gente sabe que es importante o incluso intocable, sin embargo los tiempos cambian, así que a veces es necesario recordar. Sí, ese circuito urbano es un referente mundial, pero no todos tienen claro por qué lo es.

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F1 | GP Mónaco | Los rasgos únicos del principado más singular
Fuente imagen: Envision Virgin Racing

F1 | Los rasgos únicos del principado más singular

Parece ser que para sorpresa de algunos, la imagen y el reconocimiento del Gran Premio de Mónaco comienza a perder poder, probablemente el hecho de que la cantidad de adelantamientos en las calles del principado sea muy baja o casi nula, ha causado en algunos espectadores pérdida de interés o ha provocado incluso que sean cada vez más los comentarios de personas que piden a la F1, lo retiren del calendario, pero ¿por qué Monte Carlo es especial si "no da espectáculo"?, ¿qué es lo que tiene para maravillar?, bueno, pues conviene decir que para empezar en este caso el glamour, la vida de millonarios, las fiestas lujosas y las celebridades que son invitadas a él, no tienen nada que ver (aunque sí son parte de su esencia), lo importante será en cambio recordar aquellos detalles que hacen rico y construyen a la historia del automovilismo.

¿Cómo es el principado?

Mónaco es el segundo país más pequeño del mundo después del Vaticano y es el que tiene mayor densidad de población, lo que quiere decir que es la nación en la que viven más cantidad de personas por kilómetro cuadrado, su superficie mide 2 km2. Solo con ese dato y si no se tuviera una imagen de referencia, cualquiera puede imaginar un espacio pequeño y con los edificios y casas muy cercanas una de la otra, la realidad es que así es y por esa razón, el poner a 20 autos en velocidades de hasta 295 km/h a correr por las calles de la ciudad, solo puede remitir a una palabra: peligro.

El circuito de Montecarlo se caracteriza por tener curvas lentas y rectas cortas, aunque no es plano y por eso junto con las pocas amplias salidas, radios de giro y ancho pequeño, los rebases son muy difíciles de ver y la potencia en un motor no es lo primordial para competir ahí. Si bien es cierto que la velocidad es la esencia de las carreras de autos, no lo representa todo ni en el deporte ni en los coches en sí, y es entonces cuando otros elementos como la aerodinámica, que debe ser muy alta para dar tracción por toda la pista, cobran importancia, pero hay algo que lo es aún más.

Lo que pesa más y la seguridad

A menudo se habla de qué es lo más importante para ganar una carrera de Fórmula 1, el auto o el piloto serán siempre las dos respuestas principales, muchas veces gana por mucha o poca diferencia el lado mecánico, aunque para suerte de los defensores y amantes de las figuras, Mónaco es uno de esos lugares en donde las capacidades y preparación de cada piloto son fundamentales y es uno de los mejores momentos para probar lo que tienen y lo que pueden lograr. El poder que tiene cada uno para sobreponerse a las unidades de potencia y girar en el momento adecuado o sencillamente manejar al monoplaza, es lo que tiene que demostrarse en la pista y, o lo tiene cada uno de ellos o no.

Es claro que los errores pueden pasar a manos de muchos otros factores o involucrados, sin embargo, a la hora decisiva de la clasificación, los que deberán hacer su mejor trabajo serán los que estén a cargo del volante y su responsabilidad es conseguir una buena posición para poder arriesgarse y conseguir la gloria al otro día o resignarse a dar un paseo rápido con vista al mar.

Los accidentes son fáciles de pensar con un escenario así, no obstante, gracias a las modificaciones hechas en el circuito callejero, a la movilidad temporal de algunas construcciones, al excelente equipo médico, de seguridad y comisarios que asiste todos los días de actividad para la carrera, a Santa Devota o a quién ustedes quieran creer, las pérdidas materiales son abundantes, pero las humanas no. Lorenzo Bandini es él único piloto fallecido (1967) en este Gran Premio, su desenlace se dio luego de que perdiera el control del auto en la chicana del puerto y fuera víctima del fuego que le ocasionó severas quemaduras a las que no resistió después de tres días. 

Lorenzo Bandini. Archivo
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Otros incidentes recordados y con finales distintos fueron los de Alberto Ascari, en 1955, que cayó al mar y logró salir sin problemas y el de Sergio Pérez en 2011 cuando a la salida del túnel se estampó contra una de las famosas y siempre pegadas al margen, barreras.

Tradiciones y excepciones

Una más de las palabras asociadas al principado es "fiesta", la cual no está mal, aunque la concepción actual es muy diferente a la original. Entre tantas cosas deslumbrantes que las transmisiones muestran o que cuentan las leyendas urbanas de quiénes asisten ahí, se suele olvidar que como lo ha dicho en varias ocasiones un joven conocido de la región, la gente local y los residentes de antaño no son millonarios y por el contrario, son personas como las demás (aunque seguramente con un pizca más de dinero) que ven invadida masivamente su ciudad cada que mayo llega, lo que tampoco se sabe o se toma en cuenta es que, en efecto por ese fin de semana todo parece celebración, pero es algo a lo que los monegascos sí están acostumbrados y celebran con fervor.

Tribuna Harbour de Charles Leclerc. Charles Leclerc
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La razón inicial por la que las prácticas libres son el jueves y no el viernes, no era que a los residentes les molestara no salir tranquilamente ese día, sino que anteriormente la fecha de la carrera coincidía con la fiesta de la Ascensión celebrada el último día que tienen todas las semanas. Al ser una tradición tan importante, la opción de ceder el espacio para que autos de carreras entrenaran nunca estuvo disponible y fue la organización la que prefirió recorrer el calendario y no verse perjudicados por la gente en las calles. Hoy en día, aunque ambos eventos no siempre concuerdan, este arreglo es una particularidad más que solo Mónaco tiene.

Una excepción extra que Montecarlo ganó, es la de ser el único circuito en todo el calendario de la Fórmula 1 que no cumple con el recorrido reglamentario de los 355 km; debido a su tamaño y al tiempo promedio de cada giro, esta carrera tiene 78 vueltas que se dan para completar 260,286 km totales, además es probablemente también la única pista que pese a tener diversas condicionantes o situaciones cuestionables en lo referente a seguridad, mantiene la categoría 1 de la FIA y la FOM porque sin ella no podría seguir en el calendario.

Significados y más

Entonces, si hay muchas razones en contra, muchas cosas que ajustar, que considerar y que organizar, ¿para qué hacer el viaje hasta allá?, una posible respuesta es porque representa la tradición, el talento, el riesgo, el fracaso y el éxito que alguna vez tuvo en esencia pura la máxima categoría del automovilismo y que ahora poco a poco se diluyen o se van. Correr en Montecarlo es observar a los seres humanos dominar a las máquinas para guiarlas por el camino, para evitar estrellarse contra los muros que simbolizan tal vez el no caerse a un acantilado, es también para los pilotos enfrentarse a la presión y aventarse a maniobras precisas y peligrosas que o les retribuyen aplausos o los deja sin nada, es una cuestión de orgullo y de competitividad, por eso no cualquiera gana ahí, por eso forma parte de la "triple corona", por es único, mítico y sea como sea siempre será especial.

El Gran Premio de Mónaco organizado por la FIA y el Autombile Club de Mónaco, se realizó ininterrumpidamente desde 1953 hasta 2019, en 2020 la pandemia lo suspendió y en 2021 llegará nuevamente con el recuerdo de que Ayrton Senna es el máximo ganador con seis victorias, cinco consecutivas, y con el de que Lewis Hamilton con su Mercedes tienen el récord actual de la vuelta más rápida (1.10.666).

Mónaco es uno de esos sitios en donde se va por todo o nada (porque ni los de hasta atrás dirán nunca que no esperan nada) y es un lugar especial en el que podríamos ver a cualquiera sorprender y unirse al selecto grupo de triunfadores; podría ser un veterano, alguien sentado en el auto más competitivo que ha tenido nunca, o en una de esas cosas raras o de la vida, aquel joven monegasco ya referido. En Mónaco no todos brillan y no se sabe quién lo hará, pero lo que sí es seguro es que, el brillo propio siempre lo tendrá.

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