Ya casi puede oirse el sonido de las motos arrancándose, porque queda poco más de una semana para que de comienzo el Mundial de MotoGP. Sin embargo, con la pretemporada se ha podido avanzar algo y ver cómo llegan los equipos y los pilotos. Además, este último test en Qatar ha demostrado que el campeonato va a estar muy igualado, pero que no es oro todo lo que reluce. 

Maverick Viñales

El catalán ha sido de lo mejor Qatar. Pese a que pista no estaba en sus mejores condiciones, el de Yamaha ha conseguido quedar primero en el combinado de los tres días con su 1:54.208. El piloto ha sido regular durante las tres jornadas, quedando primero en dos de los tres días, y segundo en el restante, y demostrando que a pesar de que su moto todavía no está al 100%, puede imponerse al resto de los competidores.

Hay competencia

Si algo ha quedado claro con el Test de Qatar, es que este año va a haber competencia de la buena. Los equipos han hecho su trabajo durante este periodo invernal, y tienen las motos puestas a punto para el pistoletazo de salida. A Honda la nueva versión le da incluso menos problemas que la del año pasado. Ducati no ha realizado muchos cambios, pero teniendo en cuenta que tienen la mejor aerodinámica de la parrilla, su mayor preocupación este año será ver si se equivocaron o no eligiendo a Petrucci por delante de Jorge Lorenzo. Suzuki progresa adecuadamente, y es que, con Rins totalmente preparado, Mir dando que hablar, y sin hacer muchos cambios técnicos, parece que la escudería está por delante de Yamaha, que no da con la tuerca exacta y no encuentra la solución a sus problemas. KTM y Aprilia siguen pasito a pasito, jugaban en desventaja con respecto a las grandes y están sabiendo ponerse a su nivel. Incluso los satélites vienen con fuerza este año, y es que ha sido la satélite de Quartararo la que ha quedado en segunda posición en Qatar, mientras que en Sepang fue la de Bagnaia la que daba la sorpresa.

Honda recupera poco a poco a sus estrellas

Lo que más preocupaba en el Box de Honda esta pretémpora era cómo llegarían Marc Márquez y Jorge Lorenzo al mundial, después de que los dos campeones  tuvieran que pasar por quirófaro durante sus vacaciones, el primero por sus problemas en el hombro y el segundo por una lesión en la muñeca tras una caída. El de Cervera ya participó en los Test de Malasia, y a pesar de que el primer día quedó primero, se notaba que no estaba al 100%. Sin embargo, ahora en Qatar, aunque el primer día no estuvo muy fino, fue en la segunda jornada cuando ya se le empezó a ver disfrutar encima de la moto, algo que se demostró con la cantidad de vueltas que dio, duplicando las que dio en Sepang.

Jorge, por su parte, no llegó a Malasia, y tras mucho trabajo con el fisio durante estas semanas, se le ha visto ir poco a poco pero mejorando día tras día en el test, donde finalmente quedó sexto en la combinada, a cuatro décimas de la Yamaha de Maverick, por lo que el de Mallorca viene a decir que está preparado para darlo todo.



La cara B de Yamaha

Sin duda, lo peor de estos tres días de test en Qatar ha sido Yamaha. Pese al primer puesto de Maverick y el quinto de Rossi, en el box no están nada contentos con las sensaciones que están dando las motos. Les falta velocidad, y lo pueden pagar muy caro una vez que de comienzo el Mundial, y es debido tanto a los problemas de aceleración como al agarre. Así lo veía el italiano, que explicaba el domingo que "creo que no estamos para ganar, pero espero con toda mi alma estar equivocado y que Maverick tenga razón" haciendo alusión a las palabras del catalán, que ateriormente había explicado que se encuentran ante la mejor versión de la M1. Pese a esto, no deben quedarse quietos en Yamaha, y deben ponerle solución a estos problemas cuanto antes, además de seguir trabajando en la electrónica, porque el Mundial aún no ha empezado, y el resto de equipos no han mostrado todas sus cartas.