El 2018 fue un año que podríamos definir como exitoso para el piloto de Cervera. Se llevó todos los títulos que podría llevarse. Se hizo con un exclusivo BMW M3 CS por ser el piloto más veloz de los cronometrados de 14 de los 18 sábados de Grandes Premios disputados. Logró 9 victorias y 7 podios, lo que se traduce en que solo en dos carreras se quedó fuera del top 3 y como no, una suma de 321 puntos que le valieron para hacerse con un nuevo título mundial, su séptimo de toda su carrera deportiva y el quinto en la categoría de mayor cilindrada. Todo un cúmulo de éxitos que sin duda ayudaron a que su escudería se llevara, un año más, la triple corona.

Un año meteórico, podríamos decir después de este listado de triunfos, pero no del todo fácil para su conquistador. Marc se hizo además con un título, no oficial, y por el que no obtiene ningún trofeo, relojes o coches de alta gama. Se coronó como el piloto sufridor de mayor número de caídas de la temporada, de las que con suerte salió ileso. Y es que para ser el mejor y estar pilotando una Honda, una moto que no se caracteriza precisamente por ser la mas delicada de la parrilla, si no más bien lo contrario, hay que arriesgar y saber antes de carrera cuáles son sus limitaciones, motivo también por el cual, nos regala impresionantes salvadas, las mismas que generan gran espectáculo en beneficio del espectador, pero con las que Márquez, le gustaría no tener que deleitarnos. “Me gusta el riesgo e ir al límite y a menudo derrapo en curva. Si quieres marcar la diferencia, tienes que asumir riesgos”, “Un piloto sabe cuándo tomar riesgos y en qué curvas puede ir al límite o no. Mis caídas siempre se producen en curvas lentas y quiero trabajar en ello en el futuro”, explicó el ‘93’.

Pero su meta para este 2019 es clara, obviando por supuesto por la que lleva trabajando desde que acabó la última carrera en Valencia de volver a ser campeón del mundo, a esto le suma el objetivo de no defender ni repetir el título a ser el que más veces caiga de la temporada. Aunque es consciente de que no debe abandonar su ADN, un estilo de pilotaje “bastante agresivo”, como el propio Marc define. Reconoce que quiere mantener la velocidad, pero con menos caídas, “un objetivo relativo” para él, ya que admitía: “Si me tengo que caer para ganar el título, no hay ningún problema”.

Cabe destacar que en 2018 y tal y como lo reflejan sus resultados, ha sido capaz de gestionar sus caídas para ser competitivos, pues el porcentaje de las que se han producido en carrera es relativamente bajo, pero está empeñado en mejorarlo para afrontar con mayores garantías este nuevo año que se antoja del todo reñido.

Sobre la nueva incorporación dentro de los garajes de Honda, su nuevo compañero de equipo Jorge Lorenzo declaraba: “Es un nuevo desafío y una nueva motivación porque es un piloto muy rápido, con mucho talento”, valoraba el ‘93’. “Tengo que tratar de ser rápido y constante para estar delante de él y del resto. El objetivo es intentar ganar, pero aquí como en todos los deportes de motor, tu compañero es tu primer rival”.