El piloto japonés de Honda, Takaaki Nakagami, será el único que correrá esta temporada con una RC213V de 2018, es decir, con la misma moto con la que compitieron el curso pasado Marc Márquez, Dani Pedrosa y Cal Crutchlow, mientras que el resto de sus compañeros de equipo lo harán con prototipos de 2019.

Para el nipón, que ha conseguido acabar primero en el Test de Jerez, por delante de Petrucci y Márquez, considera que competir con esa moto puede ser “una gran mejora, aunque no me va a ayudar ser el único de los cuatro pilotos de Honda que tiene una moto de 2018, mientras los otros tres tendrán la de 2019”.

“Los chicos del Repsol Honda están trabajando con la moto del 2019, tuvieron muchos prototipos en los test y aún cambiará esa moto antes del inicio de temporada” explicaba el japonés, que pese a las dificultades, confía en que “no sea muy grande” la diferencia con respecto a su moto del pasado curso, porque, a su modo de ver “aunque hay una mejora, no es un gran salto la moto de 2017 a la de 2018”.

Su compañero de equipo, Cal Crutchlow, confía en que este puede ser un buen año para el japonés, ya que “creo que hizo un buen trabajo, terminó muchas carreras el año pasado, lo cual no es fácil en MotoGP la temporada de novato”, y por tanto, considera que “puede hacer un buen año, e intentaremos ayudarle, yo como piloto y el equipo también, para estar en la parte delantera. Necesita apuntar al Top 6 y creo que puede hacerlo”.

Nakagami también tiene altas sus expectativas para esta temporada que arranca, y a pesar de acabar vigésimo en su debut, “creo que tenemos que terminar cada carrera entre los 10 primeros, y en algunas pistas tal vez tengamos la oportunidad de hacer un Top5”.