La FIM trabaja en pequeños detalles de la normativa. En este sentido, la aerodinámica ha sido uno de los apartados donde mayor desarrollo han hecho los equipos en los últimos años. Mientras que en este año se podía homologar un carenado, el cual se podían extraer apéndices; en el 2019 la versión que se presente en la primera carrera deberá ser igual hasta que se pueda introducir una nueva evolución permitida a lo largo del año. Además, habrá un control más exigente sobre los apéndices que se incorporarán al carenado y para comprobar que se cumplen las medidas estipuladas existirá una estructura metálica que se deberá deslizarse por la parte frontal de la moto sin exceder unos límites.

El cambio más grande que del 2019 no será perceptible para el público, ya que hace referancia a la electrónica. Desde el próximo año, Dorna suministrará una centralita única, IMU; este elemento se encarga de medir el movimiento y aceleraciones de la moto, haciendo posible un buen funcionamiento de la electrónica de la moto, como ya pasa con la ECU.

También habrán cambios en el CAN-BUS, que es un dispositivo que se encarga de la comunicación entre varios elementos electrónicos de la moto. En este apartado, se aclararán y restringirán los protocolos de comunicación entre los diferentes sensores y centralitas y la información que comparten con el resto del sistema.

La red de comunicación que se utiliza en estos momentos está compuesto por cuatro líneas: la que Dorna utiliza para que se pueda ver todos los datos en directo, la que utilizan los los equipos para manejar los datos de los sensores, y otras dos encargadas de transmitir los datos de la IMU como vía principal, y como soporte si fallan; y estas líneas son las que se verían afectadas por los cambios introducidos.