Llegamos a Phillip Island, uno de los trazados más bonitos del mundial desde el cual, haciendo las curvas del circuito, los pilotos pueden apreciar las maravillosas vistas hacia el océano, la curiosa visita de gaviotas, canguros y cuantos animales quieren disfrutar del espectáculo del motociclismo.

Pero vayámonos a hace un año, cuando en este mismo trazado se disputaba una de las últimas pruebas del Mundial, al igual que sucederá este año. Aquí, Márquez llegaba con el título prácticamente debajo del brazo; sólo le quedaba un último empujón, algo que haría en Valencia semanas más tarde. El de Lleida se hizo con la victoria mientras su máximo rival, Dovizioso sólo pudo alcanzar la 13º posición, un auténtico golpe de suerte para el de Honda, ya que el sexto título lo estaba acariciando con la yema de sus dedos.

Una mala salida del italiano (salía undécimo) fue tapada con el brillo y la perfección de la salida del de Cervera, el cual aprovechó el tirón para colocarse en primer lugar, aunque pilotos como Miller, que quería ganar en casa o Rossi, Viñales y Zarco no se lo pusieron nada fácil; en poco se formó un grupo donde el de Cervera casi va al suelo por un toque de Zarco. El grupo cada vez iba en aumento: a la fiesta se sumaron Iannone, Crutchlow y Rins mientras que “Desmo Dovi” intentaba remontar posiciones, peleando con todo aquel que se cruzase en su trayectoria.

La tabla era un constante cambio; se adelantaban como si nada, el líder era distinto a cada vuelta; a cada curva, era una carrera digna de Moto3 por el gran espectáculo que estaban dando desde la otra punta del mundo, haciendo que cualquier aficionado que a esas horas se había despertado para ver la carrera, diera saltos desde el sofá de casa.

Las vueltas pasaban y fue entonces cuando el “casi campeón del mundo” dio un golpe de autoridad y comenzó a adelantar a sus adversarios, llegando a la cabeza. Por detrás no cesaban las luchas, algo que él aprovechó para sacar nada más y nada menos que 1’5 segundos a los siguientes (Zarco, Iannone y Rossi) que seguían en la lucha por entrar al podio. no sólo Márquez se aprovechó, sino que Maverick consiguió llegar a este grupo y cruzar la línea de meta justo detrás de su compañero Valentino Rossi. Gran desesperación en el box del todavía aspirante al título, Andrea Dovizioso que acabó en la (como diría nuestro amigo Nieto) 12 + 1 posición haciendo que, prácticamente, el campeonato volviera a empezar ya que estaban separados por 33 puntos, aunque con un “pero”: sólo quedaba una carrera para jugárselo a todo o nada. Pedrosa acabó 12º y Lorenzo consiguió sumar un único punto a su casillero tras ser 15º.