En pocas horas dará comienzo el Gran Premio de Sepang. Malasia recibe a los pilotos de MotoGP en la recta final del campeonato. Un circuito especial para algunos miembros de la parrilla, como es el caso de Valentino Rossi, ya que ha sido escenario de su última corona en 2009. El de Tavullia vivió un particular Gran Premio de Australia el domingo pasado, ya que se ha convertido en el único piloto en la Historia del Mundial de Motociclismo en haber conseguido correr 400 grandes premios. A lo largo de su dilatada carrera ha ganado con siete marcas diferentes (Aprilia 125 y 250 cc, Honda 500 y 990cc, Yamaha 800, 990 y 1000 cc). Un piloto querido y odiado por su actitud fuera de la pista que ha sabido sobrellevar el paso del tiempo sobre una máquina que todavía le coloca primero tras una salida, como sucedió en el paradisíaco trazado australiano. Rossi tuvo la ocasión de salir a lo grande y liderar la carrera, aunque finalizara en octavo lugar. Un momento emocionante para él y para una afición que anhela esas gestas. Han sido 24 años dedicado a las dos ruedas en los que es inevitable hablar de cifras: 230 podios (la mitad en lo más alto)y aún le queda una temporada firmada con Yamaha para saber si realmente Rossi dejará definitivamente su gran pasión. Hay posibilidades de una renovación pero por el momento todo indica que el año que viene, será el último para poder disfrutar de la última temporada de Il Dottore.

Todos recordamos aquel joven risueño que puso alas a su Aprilia y consiguió el Campeonato Mundial de 125 cc en su segundo año en la categoría (1997). El mismo que, con una Aprilia de 250 cc tardó dos temporadas en volver a coronarse Campeón del Mundo, 1999.  En la máxima categoría ha sido un piloto que ha arriesgado, nos ha levantado del sofá en adelantamientos como el del sacacorchos, nos ha emocionado, nos ha divertido con la celebración de sus títulos y nos ha enfadado hasta el punto de la decepción, pero no cabe duda de que a Vale nadie le ha regalado nada. En la previa de Phillip Island, Valentino confesó a La Gazzetta dello Sport que no se arrepiente de nada de lo que ha sucedido en su carrera, aunque admite que a veces ha pensado en cuántos mundiales habría podido ganar si hubiera continuado con Honda. En Yamaha ha ganado menos pero reconoce que ha pasado los mejores años de su vida, excepto en 2006 y 2007 (perdió la corona a manos de Hayden y Stoner). Vale recuerda con gran cariño la victoria de Suráfrica en 2004, la primera victoria con Yamaha tras haberse arriesgado dejando a los nipones del ala dorada. Aquel cambio de marca dio mucho que hablar.

Con 40 años aún sigue batiendo récords, aunque a él le gustaría que las ganas y el esfuerzo que pone cada temporada se tradujeran en trabajo bien hecho para intentar conseguir su décimo título mundial. Suerte Vale.