Valentino Rossi, piloto del Monster Energy Yamaha, está disputando una temporada un tanto agridulce. El eneacampeón del mundo de motociclismo está en sexta posición del campeonato, con 80 puntos, 5 menos que su compañero de equipo. Dos segundos puestos en Termas y Austin son sus mejores momentos del año.

Tras unos años bastante flojos por parte de Yamaha, la pretemporada 2018/19 parecía venir como aire fresco para los pilotos del equipo. Valentino Rossi, en los últimos test en Qatar, antes de empezar la temporada, marcó el que fue el cuarto mejor tiempo de las sesiones, copando así un 3 de 4 Yamaha en el top de la clasificación. El presagio era bueno ya que su compañero de equipo lideró la misma.

Al llegar a Qatar, el equipo oficial de Yamaha protagonizó los dos polos opuestos. Mientras Viñales hacía la pole, Rossi no conseguía superar la Q1, por lo que empezaría la carrera en la parte trasera de la parrilla, decimocuarto. En carrera, mejoró bastante su ritmo para terminar quinto, por delante incluso de su compañero, que fue poleman.

Renovación en el reglamento aerodinámico para 2020

Tras la cita qatarí, MotoGP se fue a hacer las Américas. Fueron, hasta el momento, los mejores fines de semana para Il Dottore. En Termas de Río Hondo, el italiano calificó en cuarta posición y pudo subir al podio, terminando segundo tras una lucha con Andrea Dovizioso, quien terminaría tercero. En el COTA, Vale calificó segundo y lideraba la carrera tras la caída de Márquez. No obstante, apareció un rapidísimo Álex Rins para arrebatarle la que sería su primera victoria del año, relegándole al segundo cajón del podio.

Al llegar a Europa, Rossi no volvería a subirse más al podio. En Jerez, volvió a quedarse fuera de la Q2 y debió hacer la tarea en carrera, remontando hasta la sexta posición. En Le Mans, el #46 calificó y terminó la carrera en quinta posición, en una de las carreras en las que mejor ritmo tuvieron marcas como Yamaha o KTM, que pudieron rodar cerca de las Honda y las Ducati.

En su casa, el Gran Premio de Italia en Mugello, empezaría su calvario particular. La falta de ritmo de la Yamaha en las largas rectas del trazado de la Toscana desembocó en una pésima calificación, cayendo de nuevo en Q1, pero esta vez siendo vigésimo. En carrera, tristemente, tuvo que retirarse tras sufrir una caída, la primera del hat-trick.

Hablamos de hat-trick porque, a la de Italia, se le sumaron dos carreras más en las que sufrió caídas: en Catalunya y Assen. En el Circuit de Barcelona-Catalunya, logró clasificar quinto y con grandes aspiraciones a estar en el grupo líder luchando por ganar, pero en una desafortunada acción, Jorge Lorenzo acabó con su carrera y la de dos compañeros más tras llevárselos puesto en la frenada de la curva 10. En Assen, volvió a fallar en clasificación y la carrera no la finalizó.

Antes del parón veraniego, en el Gran Premio de Alemania en Sachsenring, Valentino pudo meterse en Q2 y acabar el cronometrado en undécima plaza, mientras que en carrera pudo remontar hasta la octava, y así romper una racha muy negativa y que lo había apartado del grupo cabecero, siendo superado incluso por su compañero de filas, Maverick Viñales.

En resumen, Valentino Rossi se fue de vacaciones sexto en el mundial con 80 puntos, contando dos podios en Termas y COTA y tres ceros seguidos en Mugello, Montmeló y Assen. Además, ahora mismo está siendo el primero de la tabla que no ha conseguido vencer.

La temporada de Vale se puede definir como inesperada. El italiano mostró un gran nivel a principio de la misma, haciéndonos pensar que podría luchar por los puestos de cabeza, pero tanto él como su Yamaha flaqueaban por momentos. Además, su mayor tara está siendo los sábados de clasificación, donde ha quedado relegado en Q1 hasta en 4 ocasiones, complicándole aún más la tarea del domingo.