Leyendas del motociclismo: Giacomo Agostini, una vida repleta de victorias
Si hay un piloto que destaque por encima del resto en toda la historia de MotoGP ese es Giacomo Agostini. Quince títulos mundiales y 122 victorias es lo que acumuló el italiano en su etapa como piloto de motociclismo. La velocidad era su pasión desde pequeño, y lo demostró no solo encima de las dos ruedas, sino también encima de un F1.
“Pienso que Marc Márquez podría igualar o ganar más títulos que yo porque es joven y muy rápido”. Estas fueron las palabras de Giacomo Agostini en una entrevista hace cosa de un año. Y es que el de Cervera está marcando una época, cosa que ya hizo Ago entre los años sesenta y setenta.
El piloto italiano consiguió un total de 15 títulos mundiales, de los cuales ocho fueron en la categoría reina. Fue así como consiguió convertirse en el piloto con el mejor palmarés de todo MotoGP, título que aún mantiene, a pesar de ver a Márquez como el piloto con más posibilidades de arrebatarle el trono.
Agostini no lo tuvo nada fácil para meterse en el mundo del motociclismo. Nacido en Brescia, el mayor de los cuatro hermanos no tuvo la aprobación de su padre para que se dedicase a las motos, pasión que sin darse cuenta le metió él mismo en vena cuando a los nueve años le regaló una pequeña Vespa. Pero quién iba a imaginar que en el interior de ese ‘pequeñajo’ iba a esconderse uno de los mejores pilotos del mundo.
Su carrera encima de las dos ruedas comenzó a espaldas de su padre. Giacomo llegó a escaparse para correr en eventos de ascenso y luego para carreras en carretera. Finalmente, cuando se empezó a ver que ese muchacho no era uno más, llegó a un acuerdo con su progenitor y en 1963 ganó el campeonato italiano con una Morini.
Pronto iban a llegar las ofertas de las diferentes escuderías. Agostini tenía algo diferente al resto. Y fue el Count Domenico Augusta quien finalmente contrató a Giacomo para que pilotase su MV Augusta. Desde ese momento el italiano demostró su valía, y estuvo a punto de ganar el campeonato de 350cc en 1965. Sin embargo, en la última carrera en Japón tuvo un problema técnico con la moto y finalmente el título se lo llevó Redman.
Por tanto, habría que esperar hasta 1965, cuando Ago se convirtió en el primer piloto de MV Augusta, para ver su despegue a lo más alto. El de Brescia logró siete veces consecutivas el título de 500cc y siete veces el de 350cc. Pero esto no acaba aquí, ya que también logró ganar siete carreras en el Gran Premio de Ulster y diez TT Isla de Man.
De hecho, una de las noticias que más conmocionó al mundo del motociclismo fue la decisión de Agostini de no volver a correr en la TT después de la muerte de su amigo Gilberto Parlotti en 1972. Y es que hasta ese momento la Isla de Man era considerada una de las carreras más prestigiosas. Muchos pilotos se unieron a él en la decisión de no correr en ese circuito, y por ello en 1977 se eliminó del calendario esta carrera.
En 1974 fichó por la escudería japonesa Yamaha, con la que ganó la Daytona 200 y el campeonato de 350cc. Estuvo a punto también de conseguir el de 500cc, pero los problemas con la moto y algunas lesiones le hicieron imposible la hazaña, que finalmente logró al año siguiente, sin saber que sería su último título.
Finalmente, el italiano se retiró en 1977 después de quedar sexto a final de temporada. Sin embargo, el piloto se fue por todo lo alto, con el mejor palmarés de todos los tiempos, algo que nadie en 40 años ha podido superar.
Pero además, Agostini, pese a ser claramente un crack encima de las dos ruedas, también se quiso quitar la espinita de conducir un Fórmula Uno. Fueron dos años en los que compitió en la Fórmula 2 y en el Campeonato Británico de F1.
En 1982 regresó a su casa, a las motos, y se convirtió en gerente de Marlboro Yamaha, donde ganó tres títulos con Eddie Lawson y logró hacer de Graeme Crosby y Kenny Roberts dos grandes pilotos de Fórmula 1. Pero además, mucho mérito tiene Agostini en cuanto a la gestión que llevó con pilotos como Cadalora, Wimmer o Álex Crivillé.
Finalmente, en los primero años de los 90 se convirtió en gerente de Cagiva hasta 1994, y el 1995 afrontó su última temporada cuando dirigió, con Honda, al piloto Doriano Romboni.