Tras un fin de semana prácticamente impecable en Cataluña, el domingo ambas Yamahas estaban en las primeras posiciones del pelotón y manteniendo buen ritmo de carrera, tanto el piloto italiano como el español tenían grandes posibilidades de alzarse con la victoria, pero lamentablemente Jorge Lorenzo sobre su Honda se cruzó en los planes de ambos y los derribó cuando quedaba mucha carrera aún por delante. 

Solo un día después del incidente, tanto Maverick Viñales como Valentino Rossi debían reponerse y hacer borrón y cuenta nueva para dar lo máximo posible de sí mismos en los tests. De esta manera la prueba de nuevas posibilidades para sus Yamahas YZR-M1, de IRTA en el Circuito de Barcelona-Cataluña se cerraba con el primer puesto para Viñales con un tiempo de 1’38.967 y el decimocuarto para Rossi con 1’39.968.

Después de unos días algo convulsos en España. Maverick se muestra muy ansioso por subirse de nuevo a su Yamaha y está empeñado en encontrar algo que pueda mejorar la aceleración de su motocicleta y demostrar su gran mejora como piloto, cosa que ya había comenzado a hacer en Montmeló antes del terrible incidente del domingo.

Valentino por otro lado también hizo grandes progresos en el test del lunes de IRTA, sobretodo con los neumáticos y sus especificaciones aunque no obtuvo uno de los mejores tiempos de la jornada.

Después de todos los datos recogidos en el test y de las frustraciones de todo el equipo del Monster Energy Yamaha MotoGP con lo acontecido en la última entrega, todos llegan al circuito holandés más que preparados  y con las pilas al máximo, con motivación de sobras para conquistar ese podio que, más que probable, les fue arrebatado en el Gran Premio de Cataluña.