Tras la conclusión de la carrera en Montmeló, el box del HRC respiraba ambientes muy distintos. Por un lado, el desafortunado incidente de Jorge Lorenzo en carrera, en el que se llevó por delante a los dos pilotos del equipo oficial de Yamaha, (Valentino Rossi y Maverick Viñales) y a Andrea Dovizioso, dando al traste con las expectativas de poder recortarle puntos a Márquez. Los cuatro fueron al suelo en la segunda vuelta del GP acabando con la posibilidad de que Jorge hubiera hecho la carrera que necesitaba para demostrar por qué Honda contó con él como piloto. El balear se disculpó de inmediato, aunque no todos los implicados supieron entender este lance de carrera.
En cambio, el otro lado del box de Repsol estaba pletórico. Marc Márquez había subido a lo más alto del cajón en una carrera de alta tensión. Dominó sobre el caos con su doble salvada y evitando acabar por los suelos como once de sus compañeros de categoría. Se impuso por cuarta vez consecutiva de manera que parecía que se trataba de un paseo para él.  Marc gestionó sus neumáticos de manera inmejorable en el mismo trazado en el que minutos antes, había ganado su hermano Álex la carrera de Moto2.
En un mes ha visto cómo su trabajo y el de su equipo les ha hecho ocupar el primer lugar de la clasificación provisional y están más motivados que nunca. Se avecinan circuitos que Marc domina e intentará lograr los máximos puntos posibles en trazados que no le sean tan favorables. Está imparable. Si de números hablamos, tras coronarse el laurel en el podio catalán, Márquez aventaja a Lorenzo en triunfos en su casillero y viendo su trayectoria esta temporada del 93, ampliará su distancia.
Su último error en Austin quedó atrás. Los últimos test en Montmeló al día siguiente de la carrera, fueron muy satisfactorios para él. Terminó tercero y con muy buenas sensaciones. Ha estado probando algunas opciones para mejorar su RC 213V, como un chasis nuevo y hasta el carenado de Nakagami para poder comparar la moto del año pasado con la actual. Según declaraba a los medios el propio Marc Márquez, los test más importantes para él son los de Montmeló y los de Brno, y en el de Catalunya han estado probando muchas cosas, ya que Marc asevera que cuando estás ganando y te encuentras bien con tu moto, hay que saber mejorar los puntos débiles. En el equipo HRC son conscientes de que falta acrecentar la electrónica de la Honda y saber sacar partido de la potencia de la moto en todos los circuitos. En los test, Marc sufrió una caída afortunadamente sin consecuencias y confesó que llegó en un momento que iba rodando más lento y menos concentrado. Irse al suelo le sirvió para espabilarse, comentaba entre risas el de Cervera.

Ahora su cabeza está puesta en el último fin de semana de junio, el Gran Premio de los Países Bajos. Holanda será escenario de una lucha épica por seguir siendo imbatible, la "catedral" le espera.