El hecho de que haya hasta cinco escuderías distintas puntuando en los diez primeros puestos de carrera, es la realidad que refleja la competencia, cada vez más férrea y creciente, presente hoy en día en la categoría de MotoGP. El domingo, el circuito italiano fue testigo de la primera victoria de Danilo Petrucci en la categoría reina. La escudería Boloñesa, marca anfitriona del Mugello, celebró un doblete en el podio con el tercer puesto de Andrea Dovizioso y Marc Márquez luchó la segundo posición y clasificó por delante de sus principales rivales de la general del campeonato. Pero por detrás, y no muy lejos, quedaron la Suzuki de Alex Rins, a menos de una décima de diferencia de Petrux y la Honda de Takaaki Nakagami, el japonés cerró por primera vez el top 5. La Yamaha de Maverick Viñales (6º) y la KTM de Pol Espargaró (9º) suman el total de cinco constructores distintos clasificados en el top 10.

Pero este hecho ya pasó en 1971, cuando la categoría de 500cc albergó en el Tourist Trophy de la Isla de Man la tercera parada del campeonato. La carrera se disputó un sábado 12 de junio, el ganador fue Giacomo Agostini, cruzó la meta del peligroso circuito británico a casi seis décimas de distancia de Peter Williams y a lomos de la MV Agusta con la que se coronó Campeón del Mundo ese mismo año y los tres sucesores. Ese día, la moto británica Matchless de Peter Williams y la Suzuki de Fran Perris, completaron los otros dos cajones del podio. Cuarto quedó otra Matchless (Slewyn Griffiths) y una Kawasaki, conducida por el británico Gordon Pantall, cerró el top 5. Fue una BMW (10º), dirigida por el alemán Hans Otto Butenuth, la que completó el total de cinco marcas distintas dentro de los diez primeros clasificados.

Todo empezó en los 70’s

Para analizar el auge de las marcas punteras de hoy, cabe volver atrás, recordar sus inicios, como empezaron a sobresalir dentro del campeonato.
A principios de los años 70, Yamaha, Honda y Suzuki ganaban carreras y títulos en las categorías de 125cc y 250cc. Sin embargo, no fue hasta 1975, cuando Agostini ganó su último título de 500cc con una Yamaha, que un fabricante japonés consiguió alcanzar la cima del mundo de las carreras de motos. Al año siguiente, Barry Sheene ganó la corona de 500cc con una Suzuki, iniciando un período de dominio que vio a los fabricantes japoneses ganar todos los títulos entre 1975 y 2007. Pero el hechizo se rompió, brevemente, con la victoria de Casey Stoner en MotoGP con una Ducati. La marca italiana que en los últimos años hemos visto como mayor rival para arrebatar el campeonato del mundo a Marc Márquez y su Honda, y que se encuentra en la cima de escuderias con mayor caracter de innovación y progresión en el desarrollo de sus motos. 

2019, el año más apretado

La similitud de lo ocurrido la semana pasada en Mugello, se puede decir que era previsible que pasara en el transcurso de esta temporada, pues de las seis citas que llevamos del calendario, hasta tres marcas diferentes se han hecho con la victoria; Ducati, Honda y Suzuki. Las Yamaha, a pesar del lastre que arrastran desde 2017, han subido al podio en tres ocasiones este 2019. Y la clara progresión de KTM, que desde que Pol Espargaró brindará en Valencia 2018 la primera victoria a la Fabrica austriaca. Los buenos resultados obtenidos por el piloto catalán en las últimas carreras, demuestran que KTM, de momento solo la de Pol, entra en el juego y promete para luchar algún podio de aquí a que finalice la temporada. Una situación predecible pero no por menos extraoridinaria, pues han tenido que pasar cuarenta y ocho años para que se pudiera volver a repetir. Pero visto lo visto, me arriesgo a presagiar que volverá a pasar pronto.