Después de una pretemporada marcada por las lesiones, Jorge Lorenzo no ha sabido cogerle el punto a su RC213V y en estos no está dando, para nada, los resultados que Honda esperaba del cinco veces campeón del mundo. Pese a los brotes verdes que se avistaron en Le Mans, cuando llegó a ser 4º en la FP2, 7º en la FP3 y 8º en la 'pole', el balear no consechó buenos resultados durante el GP de Mugello.  Tras partir 17º en parrilla de salida, Lorenzo tuvo que conformarse con ser 13º en la carrera, beneficiadose de las caídas de algunos pilotos como Jack Miller y 'Pecco' Bagnaia, Valentino Rossi o Franco Morbidelli.

Tras disputarse las seis primeras citas del calendario, el tricampeón del mundo con Yamaha se encuentra en la decimocuarta posición en la tabla general, con solo 14 puntos en su casillero y a 96 del líder, Marc Márquez; su mejor posición hasta la fecha es la 11º posición en el GP de Le Mans. El sábado, después de los entrenamientos clasificactorios, Jorge Lorenzo trato de convencer a la marca japones de que la mejor opción pensando en un futuro es tratar de hacer una moto más versátil y que no solo sea capaz de conducir Márquez. "Quiero ayudar a Honda a hacer que la moto sea más idónea para todos los que la llevamos, también Marc. Al mismo tiempo, sé que no es fácil cambiarla cuando ha ganado cinco de los últimos seis campeonatos", dijo Jorge.



Márquez, tras las palabras de Jorge, respondió: "Honda siempre sigue la evolución del piloto más rápido. Sí que es una moto complicada, pero al final hoy por el sábado había tres Honda en la Q2, así que tan mal no va", dijo Marc. Para terminar Jorge explicó su motivo de irse: "A ver si en Montmeló puedo disponer de alguna solución sobre mi posición en la moto. Por eso voy a Japón a trabajar", y finalmente concluyó aclarando que lo billetes los paga Honda para que pueda mejorar de cara a las siguientes carreras.