El dicho nos recuerda que “lo que bien empieza, bien acaba”, aunque por desgracia para Fabio Quartararo, rookie del Petronas Yamaha SRT, fue totalmente al contrario. El francés, que estaba haciendo un fin de semana increíble, se vio obligado a abandonar la carrera justo en el mejor momento: cuando rodaba segundo y estaba recortándole posiciones al que todos consideran el máximo rival: el invencible Márquez.

¿Cuál fue el problema? algo mínimo pero que desencadena consecuencias muy graves, y es que la moto de “El Diablo” rompió el cambio, dejando al joven sin opciones de luchar, ni siquiera de conseguir algunos puntos de cara a la clasificación general.

La sensación de pasar de todo a nada fue brutal, y es que, como hemos mencionado antes, su fin de semana había sido digno de todo un campeón; en los entrenamientos libres, en ningún momento terminó más allá de la sexta posición y a la hora de la verdad, la de conseguir una vuelta rápida que le acreditase como el más rápido y, por tanto, el privilegiado en salir en la ‘pole’, no lo dudó ni un segundo y dio todo de sí para conseguirlo, llevándose no sólo eso, sino también pulverizando un récord que anteriormente había conseguido su ídolo, Marc Márquez; el sábado consiguió hacerse con el récord de ser el piloto más joven de la historia en conseguir la “pole position”, algo que lo llenó de emoción y nos dejó ver a un Fabio pletórico, con la mirada brillante, como la de un niño cuando recibe ese regalo que tanto ansiaba.

“No me lo creo, sabía que había hecho una gran vuelta, pero es increíble”, comentaba el galo ante los micrófonos de parque cerrado con una sonrisa en la cara.
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El domingo comenzó muy bien, firmando un séptimo puesto en el WarmUp, antesala de la carrera donde pese a la rotura, también nos dejó con la boca abierta. Al principio Márquez arrancó muy fuerte, quitándole esa primera posición que había conseguido un día antes al momento, mientras que su compañero de equipo, Morbidelli, también tiraba con mucha fuerza. Con el paso de las vueltas, las posiciones cambiaron: el francés tomó ritmo, comenzó a marcar vueltas rápidas hasta luchar por la segunda posición codo con codo con el anteriormente mencionado, venciéndolo y distanciándose de él hasta que del color se pasó a la oscuridad.

Llamémoslo destino, que se acabó la suerte… el caso es que sea como fuere, el alucinante fin de semana del veinteañero acabó con ese problema mecánico, obligándole a volver a su box desolado, con la tristeza que provoca el alejarse de ese sueño que tanto ha ansiado.

Aquí no pudo ser; tal vez el del Petronas hubiera firmado un maravilloso segundo puesto si eso no hubiese ocurrido, dejándolo sin opciones a 11 vueltas del final, cuando ya comenzaba a tocar el cielo con la yema de sus dedos, lo que sí tenemos claro es que Quartararo, pese a ser rookie de la categoría, ha venido para quedarse y para demostrar la gran capacidad que tiene; ya lo ha hecho durante todo el fin de semana, dejando sin palabras a todos aquellos que, en un primer momento, se mostraron contrarios a que el joven subiera a la categoría reina… ¿Quién nos dice que en las próximas carreras no va a dar la sorpresa y se convierta en el piloto más joven en ganar? Tiene hasta Mugello para superar al 93, su ídolo y, a la misma vez, su referente (tal y como él comenta).

Pero por si todo ello fuera poco, una vez acabó el Gran Premio y con la resaca de éste, el lunes de esta semana se llevaron a cabo los test de Jerez, donde de nuevo volvió a dar la sorpresa; aquí se quitó bien quitada la espina dándole un buen mazazo al crono y colocándose primero.

Después de todo esto, estamos ansiosos de que llegue el GP de Le Mans, el que sería su Gran Premio de casa, donde con el apoyo de su afición volverá a darlo todo para colocarse en las posiciones que merece; las dignas de un campeón.