Continuando la buena costumbre que se tiene desde hace 15 años, la pelea por el título se mantiene viva en este cierre de la temporada de la IndyCar Series en el trazado callejero que inicialmente daría arranque al año 2020. Los organizadores han hecho todo lo posible para mantener viva la opción de que haya fanáticos presentes pero las autoridades sanitarias locales tendrán la última palabra al respecto.

San Petersburgo está ubicada al oeste de Florida y tendrá por décimo séptima ocasión una carrera que recorrerá su mancha urbana que ha sido reconfigurada unas semanas atrás para servir como escenario en esta última fecha del calendario. El máximo ganador es Helio Castroneves con tres victorias, seguido de Will Power y Sebastien Bourdais con dos cada uno. El líder de la clasificación Scott Dixon no ha conseguido ganar aquí aun cuando ha corrido en 15 carreras consecutivas, mientras que su rival, Josef Newgarden, ganó el año pasado.  

El mejor punto de adelantamiento es la primera curva pues significa un punto de fuerte frenada después de la larga recta de meta. La zona intermedia es muy trabada y angosta, lugar que puede propiciar toques en algún descuido. Importante considerar las estrategias, pues como lo pudimos constatar el año pasado, encontrar el momento indicado para cambiar neumáticos y salir sin tráfico es relevante ya que puede destruir el ritmo en gomas frescas.

Power, que salió desde la pole en el 2019, perdió el liderato con Rosenqvist al inicio de la competencia, más una parada rápida le ayudó a salir delante del auto de Ganassi, solamente que no contaron con los autos más lentos que los ralentizaron y permitieron que Newgarden saliera mejor ubicado después de su detención. Manteniendo a raya a Dixon, Josef logró  llevarse la victoria.

Después de presentar malestares por una conmoción cerebral que le impidieron participar en la doble cita del Harvest GP, Oliver Askew regresará al auto número 7 para tener su última competencia con Arrow Mclaren SP, después de que se diera a conocer que dejará el equipo al final de la presente temporada.  

La llegada de Scott McLaughlin al Penske número 3 significa el debut en la serie para el campeón de super V8 australianos. Se tenía planeado que corriera en el GP de Indianápolis pero la recalendarización de la carrera lo impidió; el neozelandés de 27 años de edad tuvo sus primeros kilómetros con un IndyCar en las pruebas de pretemporada de este año y desde entonces los comentarios positivos dentro del equipo de Roger Penske lo marcan como un candidato fuerte para el futuro.

Colton Herta, Will Power y Patrico O´Ward buscarán el tercer escalón del campeonato, probablemente para Power no sea algo tan relevante como para Colton, que es el piloto de Andretti Autosport mejor clasificado, y para O´Ward, que esta temporada a tiempo completo intenta obtener su primera victoria.

Voces de todas procedencias han incrementado la especulación en el tema de las alineaciones para el próximo año, asientos que se creían confirmados se rumora que cambiarían de dueño, debido a que los intereses comerciales y de financiamiento tomaron una mayor relevancia debido a la pandemia, el talento importa pero cuando hay tantas manos capaces las inversiones de capital son irresistibles. Es por eso que muchos pilotos intentaran cerrar con actuaciones destacadas que sumen a su carta de presentación.

Josef Newgarden dijo que si hay una oportunidad es todo lo que necesita, el campeón reinante quiere dejarlo todo en la calles de San Pete esperando que la fortuna juegue a su favor. La balanza esta inclinada a favor de Scott Dixon con una ventaja que le permite un día gris; esto no es el estilo del cinco veces campeón de la serie que es conocido por capacidad de entregar el resultado necesario en el momento crucial.

La historia se escribirá el domingo, será que Dixon se ponga a un escalón de la leyenda viviente A.J. Foyt o Newgarden dará el paso al frente para igualar a Rick Mears.