El jueves día de prensa en el Gran Premio de México, nos encontramos a Marcus Ericsson en la hospitalidad del equipo Alfa Romeo, quien amable y sonriente conversaba con Esteban Gutiérrez (piloto de simulador y embajador del equipo Mercedes) de sus experiencias recientes.

Ericsson corrió el 2019 con el equipo Arrow Schmidt Peterson Motorsport haciendo mancuerna con James Hinchcliffe, en la que termino décimo séptimo en la tabla general a cinco puestos de su compañero de equipo y consiguiendo un podio en la segunda carrera de Detriot.

En la serie de monoplazas americanos el mes de mayo es el más importante pues se corren las míticas 500 millas, el sueco habló con nosotros el día sábado y nos comentó como fue su experiencia.

“Estuve muy contento en mi rendimiento todo el mes, las prácticas, todo lo que nos llevó a una fuerte clasificación.

“En carrera iba muy bien en mi tanda, era octavo cuando hice el error y fue el final de la carrera… el resultado no fue lo que queríamos. Me hizo querer regresar pues si puedo construir después de esto, será potencialmente muy bueno”.  

El cambio ha tenido un impacto en el Marcus, se nota más relajado pero a la vez trasmite confianza.

“Es una manera completamente diferente de manejar, el estado mental, es completamente diferente a lo que he hecho antes, pero realmente me gusta esa competición, es muy divertida.

“Es lo que tiene IndyCar; tienes los óvalos, las pistas, los callejeros, la serie es muy difícil por que  como piloto necesitar ser muy flexible, adaptarte”.   

Ahora nuevamente tiene un cambio en el horizonte, para el 2020 pasará a conducir el tercer auto del equipo Chip Ganassi Racing. Un movimiento tan sorpresivo como trabajado tras bambalinas, algo en lo que recibió un poco de ayuda por parte de un miembro destacado de la prensa:

“Cuando todo estaba pasando con Mclaren llegando al equipo SPM, entendí que la situación no era muy clara de que harían con los pilotos, conocí a Marshall (de racer.com) durante el año y nos convertimos en amigos; sabía que era un gran informante de lo que pasa dentro de la categoría y le hablé para preguntarle cómo estaba el movimiento, si sabía de alguna oportunidad para mí y me dio números de diferentes equipos y personas para hablar; así que los llame.

“Fue una sorpresa, seguro. La primera vez que comencé a  hablar con ellos fue con el asunto del programa de GT, lo que pasó en la serie IMSA, mucha gente con la cual no sabían qué hacer, ellos han corrido más autos en el pasado, creo que cuando mostré interés ellos pensaron que era un buen pilotos que encajaba en el equipo”.

Esta oportunidad no solo lo mantiene en un año más en IndyCar, lo pone en uno de los principales contendientes por el título.

Es un sueño el estar en un equipo como este. Sé que cada fin de semana tendremos un auto para pelear por podio y victorias, ha mostrado que año con año saben cómo colocar autos ganadores en pista”.

¿Cuáles son las asignaturas que tiene pendientes y en las qué cree se debe enfocar?

“Tengo que cuidar dos cosas: necesito calificar mejor y cometer menos errores. Si arreglo esos dos problemas, estaremos muy fuertes”.

Esta semana se corre el GP de Estados Unidos en Austin, una pista en la que Ericsson compitió por cuatro años con Sauber y este año lo hizo con la IndyCar. Quisimos conocer cuál era su punto de vista al respecto de la idea, un tanto necia, de comprar los autos y sus tiempos de vuelta en el circuito.

“La Fórmula 1 (son) los autos más rápidos en la Tierra, las velocidades en curvas son increíbles. En IndyCar es algo diferente, autos más simples, propios de la vieja escuela de alguna forma, y las carreras también. Por el poco downforce, puedes estar cerca uno de otro, luchar mucho, y ocurren muchos rebases”.

 “No pienso que haya que compararlas mucho, sino que hay que disfrutarlas. Son dos campeonatos muy fuertes que los aficionados y la gente pueden disfrutar”.

Agradecemos las facilidades otorgadas por el equipo Alfa Romeo.
Esta entrevista fue realizada en colaboración con Eduardo Olmos, usted puede leerlo aquí.