En 2015, McLaren-Honda mostró a los aficionados de la Fórmula 1 un gran desastre: en ocho de los diecinueve Grandes Premios de aquella temporada, al menos uno de los dos monoplazas abandonaba, fundamentalmente por problemas en el propulsor nipón.

Tras la mala campaña de 2015, en la temporada 2016 se mantuvo la esperanza. No fue un año espectacular, pero Honda dio un salto de calidad considerable. 2017 debía ser el año, así lo prometían McLaren y Honda. Sin embargo, el proyecto volvió a fracasar y la ruptura entre Woking y Sakura se hizo oficial en el Gran Premio de Singapur.

Tras una pretemporada en el que McLaren siguió culpando a los japoneses del fracaso del proyecto, Honda se centró en Toro Rosso, había que demostrar a Red Bull que eran capaces de ganar. Quién diría hace cuatro años que Honda se aliaría con los austríacos y que podría fabricar un buen motor, quizás algunos ingenieros y entendidos del mundo de la F1, pero tras la ruptura con McLaren muchos dejaron de confiar en ellos, siendo una mofa constante cada vez que su motor se rompía.

A pesar de todo, los japoneses seguían confiando en su proyecto, sacaron su orgullo nipón para dar la vuelta a la situación, y vaya si lo han logrado. En 2019, Honda ha logrado su primer podio en la era híbrida junto a Red Bull en la primera cita de la temporada, mostrando una vez más lo caprichoso que puede llegar a ser el destino.

La frase “Era el motor” ya no cuaja en los aficionados de McLaren, cierto que el motor tuvo parte de culpa, pero a la vista está, tras un año con Renault, que no toda. Honda ha logrado con los austríacos desarrollar el motor a su antojo, algo que con McLaren fue imposible, necesitaban ganar cuanto antes. Hay dos dichos que se adaptan perfectamente en esta historia: “Vísteme despacio que tengo prisa” y “Quién ríe el último, ríe mejor”. McLaren tenía el diamante, solo había que pulirlo, pero su poca paciencia otorgó el premio a otro.

Aunque cabe señalar una cosa, ser motorista de Red Bull le da la ventaja de disponer del mejor chasis, si no fuera así, probablemente Renault jamás habría ganado carreras en la era híbrida. Obviamente, esto no quita mérito a todo el trabajo y esfuerzo realizado por Honda, siendo una gran historia de superación que bien podría convertirse en película. La cuestión es, ¿Honda hace tan bueno a Red Bull o Red Bull hace tan bueno a Honda?

Lo que sí parece estar claro es que Honda se ha situado como tercer motor y que la combinación Red Bull-Honda puede dar muchas sorpresas esta temporada. Serán necesarias más carreras para comprobarlo. Hasta entonces, Honda ríe, Renault y McLaren fruncen el ceño.

https://www.motorlat.com/notas/f1/9943/norris-siente-que-decepciono-a-mclaren-en-su-debut-en-la-f1