Charles Leclerc en su nueva aventura de rojo: “Estaba más nervioso en 2018”
El piloto monegasco asegura estar ansioso por empezar la temporada, y lo hace con más calma que su primer año.
Charles Leclerc, piloto de la Scuderia Ferrari para 2019, habló largo y tendido sobre como se siente de cara a esta nueva campaña en la que debutará con la escudería italiana. Entre otras cosas, destacó como se siente respecto al 2018, que supuso el cambio a Ferrari y cómo ve al coche de cara al inicio del fin de semana.
El nuevo piloto de Ferrari afronta su primer fin de semana de Gran Premio de rojo, y se muestra emocionado y seguro, pero cauto sobre el mismo: “Se siente genial eso de competir en Ferrari, pero cuando me subo al coche, las emociones desaparecen para concentrarme 100% en mi trabajo”. Es decir, el Gran Premio de Australia marcará un nuevo inicio en su carrera, pero él estará totalmente centrado en conducir, y ganar.
Charles explica cómo se siente y compara su situación actual a la que vivió a principio de la temporada pasada: “Estoy mejor preparado. Me siento muy cómodo con el Ferrari. Tengo un coche para ganar carreras”. Destaca el buen equilibrio en conducción y la manejabilidad del motor de su nuevo coche, el Ferrari SF90. De todas formas, y tras los grandes resultados en test, siempre con los pies en la tierra: “Sólo el trabajo en la pista mostrará si eso es cierto”.
Otro tema a debatir eran las posibles órdenes de equipo en Ferrari. Viniendo como novato al equipo, él debería ser el que las acatara, a lo que el monegasco ha respondido con gran certeza: “Las cosas están claras en un principio, aunque nadie puede decir qué debería suceder realmente. Si hay alguna situación, recibiré una instrucción por radio y listo”. Con esto, el 16 deja claro que, a menos que sea tan competitivo como su compañero desde 0, contribuirá con el equipo y acatará con las órdenes.
Por último, ha hablado sobre la nueva notícia a cerca de otorgar 1 punto al piloto (del top 10) que haga la vuelta rápida en carrera. Leclerc asegura que “no pondría en peligro una posición asegurada a menos que el piloto que lo intente disponga de una distancia cómoda contra sus competidores”. Es decir, en una situación de carrera en la que entre dos pilotos hubiese un margen de lo conocido como una “parada gratis”, el piloto en cuestión podría arriesgarse a poner un compuesto más blando y hacer el giro más veloz a la pista.