Durante la presentación en Londres de la nueva decoración de Haas, el CEO de Rich Energy, William Storey, afirmó que pelearían con Red Bull tanto dentro como fuera de los circuitos. Una idea que el propio Gunther Steiner no rechazó y comentó que era correcto tener altas ambiciones: “Creo que hay que esforzarse, si no tienes un objetivo nunca logras nada - a lo que añadió - fuera de pista, no sé, William puede hablar mejor sobre eso que yo porque no soy un experto en bebidas energéticas, pero estoy seguro de que es una ambición” comentaba a Motorsport.com.

Steiner también dijo que tenían el cuarto mejor coche en 2018 y Red Bull el tercero, por lo que cree que no están tan lejos de los austríacos: “El año pasado creo que tuvimos el cuarto coche más rápido, y terminamos en quinto lugar, y el siguiente fue Red Bull, así que podemos intentarlo” completó con gran confianza.

Kevin Magnussen estuvo de acuerdo: “William impulsó una compañía que competirá directamente fuera de la Fórmula 1, por lo que debes tener este tipo de ambición para tener éxito, no hay nada de malo en eso”, comentó un Magnussen cauto. Cree que Haas no tendrá una posibilidad realista de luchar contra Red Bull de inmediato: “Dudo que sea este año, pero nadie sabe lo que depara el futuro”·

Posteriormente recalcó: “Habrá cambios normativos y tal vez límites presupuestarios, entonces, ¿quién sabe qué puede pasar? No puedes decir lo que es posible en este momento, pero si no crees en ello seguro que no lo logras”.

Steiner volvió a intervenir justificando aún más la idea de vencer a Red Bull, dijo que la llegada de Honda a Milton Keynes abría esa posibilidad: “Mejoraron cada año y volverán a mejorar, desde luego, Red Bull los ayudará a seguir esa dirección, son un buen equipo y pueden orientarse en la dirección correcta -indicó Steiner, que se mostró sincero- Honda tuvo problemas de fiabilidad el año pasado, así que a ver lo que viene este año, tampoco puedo mirar hacia el futuro y decir si rendirán bien o mal, pero si estamos mejor estaré feliz”, finalizó el italiano.

A pesar de las dudas que ha generado la alianza entre Rich Energy y Haas, Storey confía que su empresa puede cambiar las reglas del juego tras su enfrentamiento con Red Bull: “Estamos creciendo muy rápidamente y estamos quitándoles una gran cantidad de negocio, algunos de los distribuidores de bebidas más grandes de Europa están eliminando a Red Bull ahora, y creo que nuestros resultados comenzarán a hablar por sí mismos”. Storey calificó la F1 como una plataforma maravillosa para ellos y se ratificó: “Creo que estamos con el mejor equipo de carreras y  lo que es igualmente importante, con gente encantadora, queremos trabajar con ellos a largo plazo”.

Sorprenden estas declaraciones debido a que, de repente, Haas ha iniciado una cierta enemistad contra los austríacos. Es cierto que se debe fundamentalmente a la llegada de una bebida energética como sponsor principal y han decidido ser directos desde el primer día. Los periodistas allí presentes debieron asombrarse ante tales declaraciones, ya que preguntaron al CEO de Rich Energy si su verdadero objetivo era acabar con Red Bull: “No, creo que Red Bull es un negocio brillante, Dietrich Mateschitz es un tipo muy inteligente, pero sentimos que tenemos un producto mejor y una marca mejor”, finalizó Storey.

Haas apunta alto, aunque estaría mejor decir que Rich Energy es quién apunta alto. De momento parece imposible que supere a Red Bull, tanto dentro como fuera de las pistas, especialmente en el ámbito comercial. Red Bull no solo está en F1, también patrocina otros deportes, además de una televisión propia y una inversión del 25% de sus ingresos en marketing. A Haas y Rich Energy les queda un largo camino por recorrer.