La nueva hornada de pilotos provenientes de categorías inferiores viene pisando fuerte. Hace años que oímos hablar de ellos y ya los tenemos en la Fórmula 1. Leclerc era una de las promesas y en la temporada 2018 llegó a la F1, prometía y cumplió con las expectativas. Las otras dos grandes promesas, sin duda alguna, son Russell y Norris, que en esta temporada 2019 realizarán su debut en la categoría reina.

La llegada de estos grandes nombres al gran circo viene llena de expectativas, tanto por parte del público como por parte de los equipos y eso puede llegar a ser un problema. Recordemos lo que ha ocurrido recientemente con Vandoorne, era una gran promesa, un gran talento que venía de categorías inferiores y las circunstancias no le permitieron florecer en la Fórmula 1.

Sobre esta presión ha hablado Zak Brown, jefe de McLaren. Brown es consciente de que esa presión puede afectar a Norris y no quiere que eso sea un problema para el joven piloto. El jefe de McLaren ha declarado al diario inglés The Sun “La Fórmula 1 puede ser un entorno muy cruel”. Así es, cuantísimos pilotos que llegaban como grandes promesas se han perdido por el camino al llegar a F1. La categoría reina es muy exigente y eso hace que se lleve a muchos por delante.

Brown no quiere repetir la historia de Vandoorne, al que se juzgó muy duramente desde el principio, al compararlo con su compañero de equipo, Fernando Alonso. “Necesitamos gestionar las expectativas, no después de tres carreras juzgar, lo que nosotros, como deporte, somos muy rápidos en hacer”. “Se le dará tiempo para desarrollarse. Es un entorno de alta presión y lo primero que hace alguien en Fórmula 1 es compararlo con su compañero de equipo”.

Me parece que en McLaren son muy conscientes de lo ocurrido en el pasado más reciente y no quieren que ocurra lo mismo con Norris. El británico forma parte del entorno del equipo de Woking desde hace algún tiempo y la escudería sabe bien que tienen un gran talento entre manos que no pueden dejar perder, ni dejar que se pierda, entre las críticas.

Por el bien del equipo y del propio piloto, ojalá que se cumplan las palabras de Brown y que la promesa de Norris no se quede en eso, una promesa, por culpa de la presión. Ya sabemos que el primer rival de Norris será su compañero de equipo, en este caso Carlos Sainz, un piloto con experiencia en la categoría reina, que ha demostrado que puede ser rápido y, sobretodo, gestionar las situaciones con templanza. Sobre la relación entre los compañeros de equipo también habla Brown “Esperamos que compitan entre sí con dureza, de manera limpia y, por supuesto, necesitan medirse mutuamente de vez en cuando”.

El McLaren ha tenido muchas limitaciones en el pasado y sus pilotos no han podido demostrar su potencial. Quién sabe cómo será el McLaren de esta temporada. Este año el equipo está más comedido en sus comentarios y expectativas –al menos las que muestran al público-. Veremos si Norris no es una víctima más del McLaren y consigue brillar, por ahora parece que el equipo va a cooperar para que así sea.