Temporada 2018, temporada de cambios
No sé si ya lo recordaréis pero hace sólo un año, sí un año, estábamos en pleno debate sobre los cambios que la Fórmula 1 tenía preparados para la temporada 2018. Ahora que ha pasado el año y lo podemos ver con otra perspectiva, aprovecho para hacer una reflexión sobre ello.
Hace un año, o en algunos casos menos que eso, se anunciaban cambios sustanciales para la Fórmula 1 del futuro. Esos cambios se iniciaban en la temporada 2018. Inicialmente los cambios tuvieron una mala aceptación entre el público, parecía que la Fórmula 1 ya no iba a ser la misma y que la íbamos a detestar por siempre jamás. ¿Lo recordáis?
Ha pasado una temporada entera con esos cambios y ahora a todos nos parece que hayan estado toda la vida con nosotros. Empecemos por el cambio más ligero: el himno. ¿Recordáis cuando la F1 no tenía himno? A mí ya me parece impensable que se inicie un Gran Premio sin esa melodía pegadiza y sin la introducción que la acompaña. Parece que hubiera estado tarareando toda la vida esa musiquita en mi cabeza, pero no, ese himno existe desde marzo de 2018, cuando se presentó al mundo, semanas antes del inicio de la temporada en Australia.
Otro cambio que generó polémica a raudales: los grid kids. En febrero se anunció que se había acabado la figura de las grid girls, su función pasaría a ser “trabajo” de niños relacionados con el karting de cada uno de los lugares donde se realizara la F1. Otro cambio más: el logo. Que levante la mano quién no se quejara del cambio de logo…nos había acompañado toda la vida, un diseño atemporal, bonito, fresco…a muchos les faltó encadenarse en la puerta de algún circuito. Sin duda fue peor el tiempo que pasó desde su anuncio hasta que lo vimos por primera vez en los circuitos, una vez que llegó ya a nadie pareció importarle más.
Pero sin duda, el cambio más grande, el que generó más polémica, del que se habló más, fue el halo. Ese “simpático” elemento que aparecía en nuestras vidas para “amargárnosla”. ¿Y ahora qué? No tenemos más que palabras de agradecimiento a él, ya ha cumplido su función en varias ocasiones esta temporada, no hay mucho más que discutir. Ya no nos molesta la estética, ha sido un cambio sí, pero no más que los cambios en partes del monoplaza que se suceden a lo largo de los años.
Seguramente me dejo algún cambio en el tintero, pero no he venido a hablaros de los cambios en particular. La reflexión a la que quiero llegar es que han llegado muchos cambios y quedan muchísimos más por venir. La Fórmula 1 al final es eso, innovación, vanguardia en el automovilismo y sin cambios no se puede ser la cumbre del motorsport. Algunos cambios nos gustarán más que otros, nunca llueve a gusto de todos, pero esos cambios son necesarios para avanzar hacia el deporte que perdurará en el futuro y, sobretodo, lograr que las nuevas generaciones se enganchen a él.
Ya lo sabéis, adaptarse o morir, esa es la clave en cualquier aspecto de la vida, de la evolución y la Fórmula 1 no puede ser ajena a ello. Después de un año de cambios, yo personalmente agradezco lo que Liberty Media está haciendo por el deporte, que llevaba años estancado, en una cumbre inalcanzable para los aficionados y poco a poco la están acercando al gran público, que al final es quien consume este deporte. Y me alegro. Me alegro de que se esté haciendo un esfuerzo por reenganchar a tantos que dejaron de seguir la F1 porque se estaba volviendo algo rancio, y no sólo me alegro de que haya quien se esté reenganchando a este deporte, si no que se esté logrando captar a las nuevas generaciones de espectadores. Sólo así nos podremos asegurar un futuro y una continuidad del deporte que tanto nos apasiona.
Ahora llega 2019, un año en el que también veremos cambios, aunque por el momento no tan polémicos como fueron en 2018, aunque no podemos leer el futuro, nadie se esperaba el torbellino del año pasado y llegó. Veremos qué tiene 2019 preparado para nosotros.
Esta es mi opinión, ni mejor ni peor que otra, simplemente la mía. Seguro que las hay de todos los gustos y colores. ¿Qué opináis vosotros? ¿Os habéis llegado a adaptar a esos cambios? ¿Os sigue costando? Os leo.