En 2017, Ferrari mostró una gran mejora de su unidad de potencia que le permitió luchar por ambos títulos mundiales contra la todopoderosa Mercedes, aunque es cierto que tuvo algunos altibajos, sobre todo en la parte final de la temporada. Este año, fabricaron un motor que plantó cara, e incluso superó, al M09 EQ Power+ en algunos grandes premios. Para 2019, los de Maranello piensan subir un escalón más en la batalla de motores con la incorporación de nuevos materiales y tecnologías que mejoren su eficiencia. Todos estos avances del motor Ferrari se deben, en gran parte, a la buena labor de Corrado Iotti, jefe de motores desde hace un año.

La escudería italiana ha decidido utilizar las modernas máquinas de la empresa Renishaw, que han cambiado la manera de hacer los seis cilindros del F1, sin fusión y con otras modificaciones. Además de utilizar un nuevo componente formado por polvo metálico para fabricar elementos directamente desde el diseño asistido. En resumen, Ferrari utilizará sofisticadas "impresoras 3D" AM Renishaw para crear piezas que tienen geometrías muy complejas y paredes muy delgadas, que difícilmente podrían mantenerse con métodos más tradicionales.

Las nuevas aleaciones de aluminio permitirán a Guido di Paola, el diseñador principal del motor, crear una culata más ligera, capaz de soportar las mayores presiones que se producirán en la cámara de combustión por el aumento de combustible (se pasará de 105 kilogramos a 110 para la carrera). El objetivo del “Cavallino Rampante” es aumentar aún más la presión en la cámara, utilizando un mapa que degradará la mezcla de aire y gasolina en busca de mayor rendimiento.

Shell también tiene previsto crear una nuevo tipo de gasolina que evitará las detonaciones, con una función clara de enfriamiento del pistón. Por último, en el Ferrari 670 (nombre en clave para el monoplaza de 2019) se intentará reducir el drag (la resistencia al avance) junto con un nuevo sistema de refrigeración para aprovechar la mayor eficiencia de los 6 cilindros. Ferrari está haciendo todo lo posible para ganar en 2019.

Algunas piezas requieren más días de fabricación de lo normal, por lo que durante el proceso se puede añadir más polvo a la máquina, sin interrupciones, de manera que el 95% del que no se emplee se recuperará y reutilizará. Esto acelerará mucho el tiempo de desarrollo, de modo que las piezas que requerían meses o semanas, ahora se harán en pocos días. Los cambios en cuanto a durabilidad y rendimiento se pueden adoptar en menos tiempo. En los últimos dos años, los equipos de Fórmula 1 han introducido en sus fábricas equipos de tecnología 4.0, y ahora están listos para fabricar y modificar los coches en mucho menos tiempo.

La Fórmula 1 siempre se ha caracterizado por disponer de las tecnologías más avanzadas para el desarrollo de los coches, con el objetivo de aumentar su rendimiento. Pero la guerra entre escuderías va más allá, no se trata únicamente de rendimiento, también de la rapidez en desarrollar los monoplazas respecto a sus rivales y en aumentar la calidad de las piezas. Veremos si esta inversión tecnológica le sirve a Ferrari para ganar en 2019 y destronar a Mercedes.