Una de las apuestas más interesantes que veremos en la próxima temporada es la unión de Red Bull con Honda. Los austríacos decidieron desvincularse de Renault después de doce años de duración y cuatro mundiales de constructores, logrados en la era de los motores V8.

Sin embargo, su motor en esta nueva etapa de motores V6 turbo e híbridos no ha cumplido sus expectativas, por lo que han decidido arriesgar con la unidad nipona. 2018 era el año clave para que Red Bull se uniera a ellos, usando como “conejillo de indias” a Toro Rosso. A pesar de no haber conseguido unos grandes resultados, para los austríacos ha sido suficiente para firmar con ellos: “Los elegimos porque vimos muchas señales alentadoras, mes tras mes están cerrando la brecha con Mercedes y Ferrari y realizaron avances que nos convencieron” reiteraba un entusiasmado Christian Horner, en declaraciones a Sky UK.

Tras la desvinculación de McLaren con Honda, los japoneses vieron reducida su moral al no haber rememorado la etapa dorada de finales de los ochenta y principios de los noventa. La reputación de Honda estaba en caída libre y la única forma de recuperarla era volver a ser motorista de un equipo importante de la Fórmula 1. Por ello, esta unión con Red Bull es tan importante para los de Sakura.

Ante esta situación, Horner comentó que no fallaran como McLaren: “Hacemos exactamente lo contrario a McLaren – a lo que añadió - le dijimos a Honda que hiciera la mejor unidad de potencia posible, y que luego nos diga el tamaño de los radiadores para prepararlos”. Además, Horner tiene claro que es lo más importante en el nuevo motor: “Queremos que se centren más en la potencia que en el embalaje del motor” dijo el jefe de Red Bull, quién espera luchar por victorias a mediados de 2019. En Red Bull están convencidos de que se trata de la mejor decisión, que el motor japonés tiene un nivel de rendimiento igual, o mayor, que el motor francés.

Estas declaraciones de Horner, y en general de todos los miembros de Red Bull, es similar a las realizados por McLaren cuando aún estaba con Honda, recalcando los grandes avances de los japoneses y que no tardarían en luchar con las escuderías punteras. Los de Woking acabaron hartándose, y si con Red Bull sucede algo parecido, Honda sufriría un “odio” de los austríacos igual, o incluso peor, que la vivida por Renault en la temporada 2018. Red Bull dejó caer hace unos meses que si no ganaban con los japoneses se marcharían de la Fórmula 1, más presión para ellos, que rezan para que todo vaya bien y no se vean obligados a marcharse del gran circo por la puerta de atrás.