Sinceramente sería un tremendo papelón el estar en el pellejo de Carlos Sainz la temporada que viene. En su quinta temporada en la Fórmula 1, el piloto español recala en McLaren en una de las peores etapas que se recuerdan en Woking. Llega para reemplazar a su ídolo y compatriota Fernando Alonso y como compañero de garajes a un debutante inglés como Lando Norris, circunstancia que recuerda a años anteriores. Esto le convierte en el piloto veterano de la alineación y el que debe liderar un proyecto que quiere al fin despegar tras muchos años luchando en la cola de la parrilla.

Esta situación de liderar un proyecto se presupone novedosa para el piloto español con sus antecedentes en mano dentro de la Fórmula 1. Carlos Sainz debutó y estuvo sus primeros dos años y medio en Toro Rosso, filial de Red Bull.  Aunque en ciertos momentos de esa etapa pudiera tener el rol de primer piloto, el estar en un equipo B que no busca un proyecto ganador no se puede comparar con ser primer nombre de otra escudería. Al llegar a Renault se encontraría con Nico Hülkenberg en el garaje de al lado, un piloto ya experimentado con un año de ventaja dentro de la marca del rombo. Ahora en su llegada a McLaren y con un rookie al lado debe ser él el que aporte la experiencia dentro de la alineación de pilotos.

Y no en una escudería cualquiera, sino en la segunda más laureada de la historia y con todos los alicientes expuestos al principio. Tarea sin duda complicada para un Carlos Sainz que la ve como una forma de sentirse “poderoso” lejos de todo tipo de temores tal como cuenta en una entrevista: “Se siente bien, se siente de una manera poderosa. Definitivamente voy a llegar a McLaren en mi quinto año de Fórmula 1. He pasado por dos equipos y todavía tengo el campeonato de las World Series en mi mente así que voy con esa confianza y bastante conocimiento. Por eso voy a McLaren con ganas de liderar y seguir una dirección con ellos que se espera que sea buena”.

El piloto español también califica como positivo el hecho de haber estado en dos equipos con metodología de trabajo totalmente distintas: “Cuando trabajas con dos equipos diferentes, con características muy diferentes de equilibrio del coche y de configuración como son Toro Rosso y Renault, creo que he estado en polos opuestos en cuanto a equilibrio del monoplaza por lo que voy a McLaren con mucho conocimiento”. Se le ve al piloto madrileño muy confiado y preparado para una etapa junto a la escudería británica que bien le puede catapultar dentro de la F1 al igual que puede aportarle más piedras a su camino.