Que desde que se inició la era híbrida el dominio de Mercedes ha sido patente no es ningún secreto. Que en las últimas temporadas se ha unido Ferrari tampoco lo es. Estamos viviendo unos años en los que incluso antes de iniciarse el Gran Premio ya se puede adivinar quién va a ganar. Sólo las circunstancias extraordinarias como una carrera loca, apariciones estelares del Safety Car, accidentes… Hacen que el resultado pueda variar un mínimo.

Los aficionados hace tiempo que acusan esta falta de igualdad entre equipos. A pesar de que en esta temporada Mercedes y Ferrari han luchado de tú a tú por el campeonato, cuestión que no se veía desde hacía años, la desigualdad es clara. Los únicos que ocasionalmente comparten podio con algún miembro de Mercedes y Ferrari pueden ser los chicos de Red Bull, que suelen necesitar de alguna circunstancia especial para lograrlo, ya que es muy difícil plantarles cara a los dos grandes.

Si echamos la vista atrás, en esta temporada, sólo ha habido un ocupante del podio diferente de los nombrados, Sergio Pérez logró un tercer puesto en el GP de Azerbaiyán una carrera que siempre será recordada por el incidente entre los Red Bull. Curiosamente, si queremos llegar a la anterior carrera en la que hubo un ocupante diferente a los tres equipos habituales, vuelve a ser el GP de Azerbaiyán, en este caso de 2017, en el que Lance Stroll se hizo con la tercera plaza en una carrera loca de principio a fin.

Esta es una cuestión que trae de cabeza a la Fórmula 1, que quiere incrementar la emoción en las carreras. Ross Brawn, director deportivo de la F1, tacha de “inaceptable” que únicamente tres equipos de 10 que forman la Fórmula 1 puedan optar a podio. Brawn, en palabras a motorsport.com comenta que la diferencia es tal que parece que el resto de equipos corran “en su propio campeonato”. “Su batalla fue emocionante, sin embargo, es difícil para los fans entusiasmarse con una lucha por el octavo puesto”. Cierto es, esta temporada hemos presenciado una lucha muy interesante en los equipos de media parrilla, pero como dice Brawn, siguen sin luchar por los primeros puestos, y eso resta emoción.

Brawn ha hablado de la importancia de los cambios normativos para ayudar a aumentar la emoción en las carreras. Ya de cara a la próxima temporada los alerones se simplificarán, otorgando mayor capacidad de adelantamientos y reduciendo también los costes de desarrollo y producción. A la cuestión técnica y financiera también se ha referido Brawn como foco de la desigualdad entre equipos.

Los tres equipos que están más arriba de la parrilla son los que tienen mayores recursos económicos, y gracias a ello son los que tienen más recursos técnicos para lograr mejores resultados. Por lo tanto, además de los cambios en las normativas técnicas entra en el debate el famoso techo presupuestario. Esta medida ayudaría a equilibrar los resultados. Es obvio que los equipos de media-baja tabla no pueden competir con los presupuestos que tienen actualmente los equipos grandes, que no tienen reparos en gastar lo que sea necesario por desarrollar el mejor monoplaza, mientras que los equipos pequeños luchan por lograr un coche que sacar a pista.

Brawn apunta a que la F1 piensa mucho en esta cuestión y es algo que seguramente estará presente en los futuros cambios de normativa “Es un problema que estamos abordando junto con la FIA y los equipos, porque el futuro de la Fórmula 1 depende de ello”. “Hay varias soluciones sobre la mesa y todos debemos aceptar que no podemos seguir así por mucho tiempo”.

Todos deseamos que ese momento llegue y que los cambios que plantea la F1 sean para mejor y que nos puedan dar la emoción que en algunas ocasiones nos falta. A todos nos gustaría ver más movimiento en la tabla y que los “de arriba” tengan que luchar para lograr mantener su posición privilegiada. Es difícil ver algunas carreras en las que los pilotos que suben al podio lo han hecho sin hacer grandes actuaciones, o sin hacer nada destacable, y en cambio, ver a los equipos de media tabla luchar por cada décima para lograr una mejor posición entre ellos. Esa lucha es la que, previsiblemente, podría lograr que la F1 vuelva a tener los adeptos que tenía antes, ya que, muchos seguidores han dejado de serlo por la previsibilidad del campeonato.