La temporada 2018 ha sido algo agridulce para Haas, a pesar de acabar quintos en el mundial de constructores, su mejor resultado desde su primera participación en 2016. El equipo estadounidense fue la gran sorpresa en los test invernales de febrero y planteó mejorar el resultado obtenido en 2017: “Nuestro objetivo es tratar de no terminar octavos otra vez, si podemos ser séptimos en el campeonato de constructores y subir un puesto, estaremos contentos” declaraba un feliz Magnussen en el mes de febrero. Tras más días de pruebas, llegaron incluso a marcarse como objetivo el cuarto puesto. Aunque estos buenos resultados en invierno fueron empañados por una grave acusación, se rumoreaba que el Haas VF-18 era muy parecido al Ferrari SF70H. Sin embargo, todo quedó en nada.

Los magníficos resultados de la pretemporada se plasmaron en la clasificación realizada en Australia, sus monoplazas ocuparon el sexto y séptimo puesto. Parecía que Haas era teóricamente el cuarto equipo, pero una cosa es la teoría y otra es la práctica. El Gran Premio de Australia fue desastroso para Haas, tras no ajustar las ruedas de forma correcta en la parada de ambos coches en boxes, tanto Grosjean como Magnussen acabaron abandonando. El comienzo no auguraba una temporada brillante.

Si alguien ha destacado algo es Magnussen, tras conseguir la novena plaza en el mundial de pilotos (a trece puntos de ser el mejor del resto). El danés afrontaba su cuarta temporada en la Fórmula 1 con unas expectativas bastantes altas, sabía que este año tenía un coche competitivo y aspiraba “pescar” algún podio si cualquiera de los tres grandes fallaba: Mercedes, Ferrari y Red Bull. Ésta situación de oro se presentó en el Gran Premio de Azerbaiyán, sin embargo, el coche no rindió ese fin de semana y el agraciado fue el piloto de Force India, Sergio Pérez. Magnussen ha logrado dos quintos puestos (Baréin y Austria) como mejor posición esta temporada. Aparentemente buenos resultados, aunque manchados por su arriesgado y peligroso pilotaje. Demasiados pilotos en su contra esta temporada: Alonso, Leclerc o Gasly, entre otros.

Grosjean ha sido el otro lado de la moneda, el francés ha acabado decimocuarto en el mundial, o lo que es lo mismo, a diecinueve puntos de su compañero de equipo. Son demasiados puntos para tener el mismo auto, y es que estamos ante su segundo peor resultado en la F1. El peor fue en 2014, también decimocuarto, pero con veinte puntos menos que en 2018 (sin contar la temporada 2009 debido a que no participó en todos los grandes premios). Además, tuvo un comienzo horrible, no puntuó hasta la novena carrera en Austria, donde consiguió su mejor resultado, un cuarto puesto.

Esta temporada ha sido muy criticado y ha estado envuelto en acciones peligrosas, como su compañero. Por todo esto estuvo señalado durante un tiempo como posible descarte de Haas para el próximo año. Tendrá que recargar energías durante el invierno y demostrar de lo que es capaz.

Está claro que Haas puede ser el cuarto equipo del campeonato, para ello deben aprovechar sus recursos disponibles, muchos de ellos proporcionados por la propia Ferrari, algo que sí realiza Force India. Además, necesitan una mayor autocrítica, los problemas que el danés y el francés han ocasionado en pista fueron defendidos por Gunther Steiner, jefe del equipo Haas, respondiendo de forma irónica y de malas maneras al resto de pilotos y escuderías a lo largo de la temporada, e incluso en situaciones en las que no tenían razón. Un ejemplo es el Gran Premio de Italia, Renault denunció a los estadounidenses por utilizar un fondo plano ilegal: “Si no pueden ganarte en la pista, lo que hacen es batirte fuera de ella” recalcó Steiner. Una declaración sin sentido cuando utilizas un elemento ilegal en el monoplaza.

La temporada 2019 mostrará si cambian de mentalidad o siguen el mismo rumbo. Lo que sí está claro es que si vuelven a tener un coche competitivo, y tanto el equipo como pilotos no lo aprovechan, es posible que “rueden cabezas” en Banbury.