...y este cuento se ha acabado. O no. Todavía falta la última batalla por librar, el último desfile de los coches más rápidos de la historia sobre el asfalto y las despedidas a las que hacemos frentes hoy sin saber lo que supondrán hasta que no veamos a las leyendas en la parrilla de salida de Australia el próximo año. Se avecinan cambios y de los grandes.

Abu Dhabi será una carrera que no decidirá mucho, pues ambos campeonatos han caído en las manos de Mercedes y de Hamilton una vez más. La mayor batalla abierta que nos encontraremos este domingo será la batalla por el 3º puesto en el campeonato de pilotos, que se lo juegan Verstappen, Bottas y Räikkönen. El finés de Mercedes parte con ventaja el domingo saliendo desde la primera fila, pero el de Ferrari le aventaja en 14 puntos. Es decir, a Kimi le vale con ser 4º para asegurarse esa tercera plaza en el mundial. Más complicado lo tiene Verstappen que parte con una desventaja de 17 puntos. Necesita un milagro para ganar esta batalla, pero si alguien es capaz de lograrlo es el holandés, como ya ha demostrado en infinidad de ocasiones.

Hay otra batalla todavía sobre la mesa y es la del 7º puesto. Ser el primero del resto es lo más alto que puede lograr un piloto que no compite con ninguno de los coches punteros. Hülkenberg parte con ventaja: 11 puntos sobre Pérez, 14 sobre Magnussen, 19 sobre Alonso, 20 sobre Ocon y 24 sobre su compañero de equipo, Carlos Sainz. El alemán parece tener el 7º puesto asegurado, ya que todos sus rivales, a excepción de Ocon, partirán detrás de él mañana, y el más problemático, que sería Pérez, saldrá 14º, una oportunidad de oro para el alemán para coronarse campeón de la... Fórmula 1.5, como algunos aficionados la han denominado.

En la parte de atrás continúan las batallas. Incomprensiblemente, Alonso se mantiene en esa décima plaza en el mundial de pilotos con un coche que cada fin de semana lucha por no quedar fuera en la Q1. Hoy será, previsiblemente, el último GP del samurái en la Fórmula 1. Un diseño especial en su casco recordando al de Minardi en 2001 y otro diseño especial en su McLaren, decorarán la última carrera de uno de los mejores pilotos que ha pasado por la Fórmula 1. Es uno de ese selecto grupo de 33 que han logrado conquistar el campeonato y uno de los 16 que ha logrado repetir la hazaña al menos una vez. Gracias Fernando por tanto.

También es una despedida para otros pilotos como Ericsson, que lleva en la Fórmula 1 desde 2014, donde ha madurado y crecido como piloto. Ahora participará en la IndyCar donde le aguardan nuevos desafíos. El otro gran adiós es el de Esteban Ocon, aunque este parece un hasta pronto, pues su talento y su calidad al volante del RP Force India no ha pasado desapercibida para ningún equipo y pese a que el año que viene no disponga de un asiento los aficionados sabemos que pronto lo tendrá, si es que se hace justicia. Sirotkin, tras un año de sombras, también correrá en Abu Dhabi su última carrera, tras un desastroso Williams que ha lastrado su progreso en el deporte. Vandoorne, tras un rotundo 0-21 contra su compañero de equipo, Fernando Alonso, se ve obligado a partir en busca de un futuro mejor en la Fórmula E.

Y aún hay más despedidas, estas despedidas que lo son pero no de la competición. Hablamos del caso de Kimi Räikkönen, que abandona la escudería en la que se proclamó rey para recalar en Sauber y dejar el trono a su digno heredero Charles Leclerc, que tratará de ser el sucesor del finés al campeón del mundo con Ferrari. Allí el monegasco se encontrará con un duro rival, un tetracampeón que no le pondrá las cosas fáciles. Ojalá que le vaya bien a Leclerc, por él, por su padre y por Jules. Otro adiós es el de Ricciardo con Red Bull, donde dejará muchos amigos, pero también muchos enemigos. Y es que nunca soportó que antepusieran a un novato a él. Por eso se va, por eso y mucho más que no sabemos. Pero le debe mucho a Red Bull, la que ha sido su familia durante toda su etapa en la Fórmula 1. Los abandonará para marchar a Renault, un lugar donde buscará triunfar, como otros lo hicieron años atrás.

Muchas batallas abiertas, aunque no sean las más emocionantes, muchas despedidas pendientes y muchos cambios en el futuro. Va a resultar que quedan más cosas que vivir, más que disfrutar y más adrenalina que derrochar. Los cambios que se avecinan son inmensos, una suerte poder vivir en esta época de la Fórmula 1 y disfrutar lo que está por llegar. El año que viene tendremos una parrilla espectacular, con grandes ausencias, pero con grandes regresos como el de Kubica. Ojalá podamos seguir disfrutando un año más de este deporte, porque el final de un capitulo solo nos indica el comienzo de uno nuevo.

Nos vemos el año que viene.