La clasificación ha sido frustrante para el piloto asturiano hoy: Tenía casi asegurada la Q2 pero la pista se recupero de la intermitente lluvia, lo que provocó que los Toro Rosso empujasen a Alonso a la zona de eliminación. Fernando está encadenando un final de temporada - y de etapa, en su caso - bastante decepcionante. Las cronos no salen como a él le gustaría y en las carreras siempre tiene algún percance que le obliga a abandonar. Esta vez fue la mala suerte de la meteorología lo que ha lastrado las opciones del español.

Sobre la lluvia que Fernando Alonso esperaba, pero finalmente no llegó, el asturiano ha comentado que: "Nunca coincidimos con la lluvia. Ha sido raro, pero este año apenas hemos rodado en lluvia porque siempre ha coincidido en Q3 o sesiones libres en las que casi no rodamos. Ojalá llegue en carrera para buscar la sorpresa", deseaba el español.

"Las sensaciones del fin de semana han sido parecidas en todo momento. La velocidad ha sido un factor clave para no estar arriba hoy, nos lleva faltando todo el fin de semana y lo hemos notado hoy", comentaba el asturiano, que sabía la dificultad que se encontraría su McLaren aquí en Brasil. "Al final no hay sorpresas, lo que traemos aquí es lo que tenemos desde Julio, no hemos evolucionado nada, ni nosotros ni el resto de equipos" decía el bicampeón. Es cierto que los equipos de mitad de parrilla abandonan el proyecto de 2018 antes que los equipos punteros para centrarse en el vehículo del próximo año, pero decir que nadie ha evolucionado nada viendo el evidente progreso de Sauber en las últimas citas es, tal vez, ligeramente exagerado.

"Vamos a seguir en este camino, ayudando al equipo en todo lo posible en esta recta final de temporada de cara al próximo año", sentenciaba Alonso. El equipo McLaren lleva más de mitad de temporada centrando sus esfuerzos en el coche del próximo año. Esperemos que no sea en vano y el esfuerzo merezca la pena.