El Gran Premio de México es muy exigente debido a la altura a la que se sitúa el circuito -2.285 metros sobre el nivel del mar-. Como ya sabréis a mayor altitud, el aire contiene menor cantidad de oxígeno, por lo tanto, supone un mayor esfuerzo para los pilotos ya que el aire que respiran es más pobre en oxígeno que en una ciudad que esté al nivel del mar. Pero esta peculiaridad no sólo afecta a los humanos, sino también al rendimiento del monoplaza, a mayor altura menor presión atmosférica y menor densidad del aire, factor que afecta tanto a la aerodinámica del monoplaza, como a las condiciones de trabajo del motor, a la refrigeración de los frenos… Estos son sólo unos ejemplos de las muchas dificultades que atraviesan los Fórmula 1 en un circuito a tanta altura como el de México.

En el artículo de hoy nos centraremos en los frenos, ya que Ferrari estrenó unos nuevos discos de freno con 1.400 orificios de ventilación para el GP de México. A mayor altitud, y como hemos explicado antes, menor densidad del aire. Al ser menos denso, el aire tiene menor capacidad de refrigeración de los componentes del monoplaza, entre ellos los frenos. Y aquí es donde Brembo -proveedor de frenos de algunos equipos de Fórmula 1, entre ellos Ferrari- ha actuado. Ha desarrollado unos frenos de nueva generación con más orificios, por lo tanto, mayor capacidad de refrigeración. Ésta no ha sido una tarea sencilla, ya que debían tener en cuenta otros factores, el desgaste del disco de freno, o la propia integridad estructural del mismo. Esta variable se ha logrado controlar, en gran parte, gracias a un nuevo material incorporado en la fabricación de los discos, que ayuda a controlar mejor el desgaste del disco.

Para no comprometer la fiabilidad, los orificios no pueden ocupar la totalidad de su espesor, ya que el disco durante la carrera se desgasta, por lo tanto debe dejarse un espesor mínimo entre los orificios y la superficie de rozamiento del disco. He ahí la gran dificultad de la creación de este novedoso disco de freno. ¿Y para qué necesitan tantos orificios? Para disipar mejor el calor generado durante las frenadas, mejorando así la refrigeración de los frenos y evitando sobrecalentamientos –los frenos pueden llegar a superar los 1.200 grados- limitando un desgaste excesivo que pueda comprometer la fiabilidad del sistema de frenada. ¿Cuándo pueden ser más útiles estos nuevos orificios? Especialmente en circuitos con frenadas muy fuertes o muy seguidas, como por ejemplo el GP de Canadá o Singapur, o en circuitos donde la densidad del aire es menor y cuesta más la refrigeración de los componentes del monoplaza, como México y en menor medida Brasil.

Los primeros en estrenar estos discos han sido los monoplazas de Ferrari y a partir de la próxima temporada serán todos los clientes que monten frenos Brembo quienes se podrán beneficiar de estos discos. Una gran ventaja para todos los equipos que puedan montar estos novedosos discos, ya que podrán mantener –más- bajo control las temperaturas de los mismos. Incluso a nivel de reglajes puede permitir reducir el tamaño de los conductos de refrigeración de los frenos, ya que los discos podrán refrigerar más por sí solos.