De Hamilton a Hammertime...
El inglés consigue un pentacampeonato para la historia. Su gran estado de forma, sobre todo en la última parte de la temporada, y los errores de Vettel y Ferrari le han otorgado el título mundial a falta de dos grandes premios para el final.
En el Gran Premio de México se oficializó lo que se sabía desde hace unas carreras, Lewis Hamilton ya es pentacampeón del mundo de Fórmula 1. El inglés iguala al argentino Fangio y mira de reojo los siete títulos del “káiser”.
Lo ha conseguido a falta de dos grandes premios para finalizar la temporada 2018, con este dato parece que el británico ha dominado durante el año, pero no ha sido así. Es probablemente uno de los títulos que más le ha costado conseguir. Tuvo que esperar hasta la cuarta carrera de la temporada (en Azerbaiyán) para lograr su primera victoria, mientras Sebastian Vettel, su máximo rival en el campeonato, tenía dos en su bolsillo. Hamilton aguantó lo que pudo el gran estado de forma de una Ferrari dispuesta a no perdonar un nuevo título tras diez años sin éxitos.
No se veía a un Hamilton fuerte, incluso en las primeras carreras era superado por su compañero Bottas. En el Gran Premio de Austria, el ahora pentacampeón y Mercedes tocaban fondo después de que ambos monoplazas tuvieran que abandonar por problemas mecánicos. El Ferrari era más rápido en la mayoría de los circuitos, Mercedes no lograba progresar, Vettel estaba por delante y en buena forma. Periodistas, pilotos y conocedores del mundo de la Fórmula 1 opinaban que Mercedes no sabía competir tras acostumbrarse a su dominio aplastante en los primeros cuatro años de la era híbrida. Hamilton tenía serios problemas.
Sin embargo, Hamilton es duro de roer, peleón hasta el final y, lo más importante, con una fuerza mental increíble. Esas cualidades les permitieron a él y las flechas de plata cambiar la situación. Tras el abandono en Austria se activó el modo “Hammertime”. Desde entonces hasta México han transcurrido diez grandes premios, en los que ha logrado nueve podios y seis victorias, mientras Vettel consiguió seis podios y dos victorias.
En estas diez últimas carreras se dieron dos circunstancias clave para que un piloto gane el campeonato: estar al cien por cien, como hemos comprobado, y aprovechar errores de su rival. Uno de estos se manifestó en Alemania, cuando Vettel abandonó cuando iba líder tras salirse de una pista inundada por la lluvia. También sumaron a favor del inglés las estrategias erróneas de Ferrari y los recientes trompos del alemán.
Por tanto, Hamilton y Vettel han vivido en una misma temporada ambos lados de la moneda, cuando todo sale bien y cuando no. La “cabezonería” del inglés para alcanzar a Sebastian es digna de estudio, mostrando su inteligencia y una gran conducción en los momentos claves. Quién iba a imaginar que ese abandono en Austria liberaría lo mejor de él.
Con el mundial de pilotos finiquitado, Hamilton y Vettel deben centrarse en liderar sus respectivos equipos para conseguir el campeonato de constructores, donde sus fuerzas mentales serán determinantes para el ánimo de sus escuderías. Las flechas de plata parten con ventaja, gracias a la plenitud de un Hamilton nuevamente asombroso y claro favorito para conseguir el sexto la próxima temporada.