El pasado fin de semana en el Gran Premio de Estados Unidos, ocurrió algo inesperado, Hamilton perdía en los primeros segundos de carrera la primera posición que había logrado en la clasificación. El británico no fue capaz de adelantar a Räikkonen a pesar de sus frenéticos intentos. Lo más visible en la carrera fueron los blisters que aparecieron alrededor de la vuelta 29 en su rueda trasera izquierda, que rápidamente aparecieron también en la trasera derecha de sus neumáticos superblandos. Al realizar el cambio de neumáticos a blandos salió en 3ª posición y ya finalizó en ese lugar la carrera a pesar de varios intentos por adelantar a Verstappen. En el caso del otro Mercedes, el de Valtteri Bottas, la suerte tampoco le sonrió y finalizó en 5ª posición a pesar de sus esfuerzos por lograr la 4ª plaza.

Un bajo rendimiento para lo que nos tienen acostumbrados los Mercedes, es cuanto menos “extraño” que no ocupen puestos más elevados en la clasificación final de un Gran Premio. Una vez hecho balance y conociendo todos los datos postcarrera, Hamilton aclaró lo ocurrido. Como ya supimos antes de empezar la carrera, en Mercedes debieron reemplazar rapidísimamente las bombas de agua de ambos monoplazas a modo de precaución. Como no bastaba con eso, Pirelli también cambió las presiones de los neumáticos traseros, y además Mercedes, para evitar posibles protestas por parte de otros equipos, decidieron cerrar los polémicos orificios de las ruedas traseras. Hamilton apunta a esos cambios de última hora como los desencadenantes de los problemas posteriores. “Desmontaron el coche por la mañana y, cuando lo volvieron a montar, el coche estaba desequilibrado”.

El equilibrio del coche es más importante de lo que podría imaginarse a simple vista, esta situación provocó una gran dificultad en las curvas para el británico “La rueda derecha delantera y la izquierda trasera llevaban todo el peso, el coche no giraba en las curvas a izquierda”. Con estas declaraciones publicadas por motorsport.com podemos entender un poco más el enorme esfuerzo que supuso para el británico el simple hecho de finalizar tercero.

Bottas también confirmaba esos problemas en el monoplaza “Sabemos que el coche no estaba al 100% en cuanto a configuración mecánica para la carrera y también nos sorprendieron las predicciones de la vida útil de los neumáticos”.

A pesar de los problemas de equilibrio y configuración, los Mercedes lograron la 3ª y 5ª plaza del Gran Premio, demostrando que el W09 es un monoplaza que sigue siendo pilotable aunque no esté al 100% de sus posibilidades. Mucho tienen que ver también los pilotos, que se supieron adaptar al comportamiento del coche y no se dieron por vencidos. Muy posiblemente otros pilotos en las mismas circunstancias, se hubieran dedicado a protestar sobre el coche durante toda la carrera por radio, o simplemente hubieran perdido el control del mismo en alguna curva difícil. En lugar de eso, los pilotos de Mercedes dieron todo de sí mismos para luchar contra la adversidad, y eso creo que debe reconocerse.